La entrada en la fase 2 de la desescalada posibilita desde este lunes a las comunidades de vecinos la apertura de piscinas recreativas comunitarias a un 30 por ciento del aforo y con ciertas medidas restrictivas higiénico-sanitarias, aunque por el momento el desconocimiento sobre cómo deben realizarse las reuniones de propietarios para adoptar las decisiones están retrasando la puesta en marcha de este tipo de instalaciones particulares.
La apertura de estas instalaciones afecta, al menos, a 1.576 piscinas de la provincia de Almería que se ubican en comunidades de vecinos de más de 20 viviendas, aunque esta cifra encierra también las piscinas municipales de ámbito recreativo, según el último recuento de la Junta de Andalucía, que a través de la Consejería de Salud realizó el pasado año 266 inspecciones y abrió diez expedientes sancionadores: siete por falta leve y otros tres por falta grave.
"El caballo de batalla ahora mismo es cómo convocamos a los propietarios para ellos decían el sí o no de la apertura de las piscinas", ha indicado a Europa Press el presidente del Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Almería, Miguel Oyonarte, quien ha apuntado que ningún presidente quiere responsabilizarse de dicha apertura ante la posibilidad de que pueda darse un brote de covid-19.
Oyonarte ha insistido en que este tipo de decisiones han adoptarse en reuniones de propietarios, toda vez que las mismas tienen validez cuando concurren la mayoría de los convocados. "No tenemos forma de hacer una reunión a no ser que sean comunidades muy pequeñas que no lleguen a 15 personas entre el administrador y los comuneros, buscando un sitio donde guardar las distancias reglamentarias", ha observado.
En esta línea, la opción de emplear medios telemáticos para este tipo de reuniones ha sido cuestionada no solo por los tamaños de ciertas comunidades, sino por las dificultades de acceso a las nuevas tecnologías de los vecinos más mayores. El presidente del colegio ha reclamado que este problema sea abordado con los expertos para buscar soluciones.
Por el momento, según Oyonarte, en Almería no se han convocado las reuniones para decidir sobre la apertura de las piscinas, que en "macrocomunidades" de vecinos en zonas como Vera o Almerimar, suelen estar abiertas desde finales de marzo. "Yo soy optimista y creo que en junio se tendrán que dar órdenes más explícitas para poder abrirlas", ha manifestado.
Socorristas y controladores
Desde el Colegio han advertido además la nueva figura que "controlador" para las piscinas de menos de 200 metros que las autoridades sanitarias imponen junto con la figura del socorrista, que solo es obligatorio para las instalaciones de una tamaño mayor al indicado.
El controlador sería el encargado de estar pendiente del aforo y supervisar que se respeta la distancia de seguridad de dos metros entre usuarios. Este puesto, que supone un desembolso extra para las comunidades, en principio debería desempeñarse por una persona distinta a la del socorrista.
Según el BOE, para poder acceder a la piscina se requerirá la concertación de cita previa con la entidad gestora de la instalación, lo que obliga a organizar horarios por turnos.
Además, con carácter previo a su apertura se deberá llevar a cabo la limpieza y desinfección de las instalaciones con especial atención a los espacios cerrados como vestuarios o baños. Asimismo, se deberán limpiar y desinfectar los diferentes equipos y materiales. Aquellas superficies en contacto frecuente con las manos de los usuarios, como pomos de las puertas de los vestuarios, o barandillas, se deberá llevar a cabo una limpieza y desinfección al menos tres veces al día.
También se recordará a los usuarios por medios de cartelería visible o mensajes de megafonía las normas de higiene y prevención a observar, señalando la necesidad de abandonar la instalación ante cualquier síntoma compatible con el covid-19.
Todos los objetos personales, como toallas, deben permanecer dentro del perímetro de seguridad de dos metros establecido, evitando contacto con el resto de usuarios, toda vez que no se podrá hacer uso de las duchas de los vestuarios ni de las fuentes de agua.
A estas medidas, la Junta de Andalucía añade una serie de recomendaciones para que en las piscinas de comunidades de propietarios donde los posibles usuarios superen el aforo calculado se puedan establecer cronogramas para su uso y disfrute por parte de los vecinos con los días u horarios alternos en los que cada vivienda podrá asistir sin comprometer el aforo. También se aconseja, si la instalación lo permite, utilizarse una puerta de entrada y otra de salida para intentar evitar al máximo los cruces.
"Las medidas de distanciamiento social deberán respetarse igualmente en la zona de baño, donde quedará prohibido el uso de toboganes, trampolines y accesorios que generen chapoteo. Se recomienda la prohibición de descanso corporal directamente sobre el suelo de las zonas de descanso, debiendo usarse toallas o esterillas de uso personal y propio", añade el protocolo de la Junta.
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