Albox, Cantoria y Arboleas se suman al cierre estival de piscinas

La práctica totalidad de los municipios del Valle del Almanzora mantendrá sus piscinas municipales cerradas para evitar contagios este verano, una decisión a la que se adherían el pasado miércoles todos los alcaldes de la Mancomunidad de Municipios Valle del Almanzora y a la que se han sumado también los regidores de Albox,  Cantoria y Arboleas.

Apertura “inviable”

El primer edil de Albox, Francisco Torrecillas, ve “inviable” la apertura, ya que, tras revisar el equipo de Gobierno los protocolos que de seguridad que ordena Sanidad, se percataron de que había “tal cantidad de requisitos” que era imposible “controlarlos de una forma fehaciente”, según afirmó Francisco Torrecillas en declaraciones para la Cadena SER Levante ayer.

Para el regidor se trata de un asunto “más serio de lo que parece” y ante el que las instituciones tienen que plegarse “estrictamente” a los protocolos establecidos por los expertos, por lo que “de momento” se descarta la apertura de las instalaciones aunque, “si cambian los protocolos, esto va a mejor y podemos cumplirlos, en una semana tendremos la piscina funcionando”, aseguró.

De la misma opinión es Purificación Sánchez, la alcaldesa socialista de Cantoria, que afirma que su equipo de Gobierno tomó “hace mucho tiempo” la decisión de mantener las piscinas cerradas durante la temporada estival.

“Si bien es cierto, según dicen los expertos, que en el agua clorada no hay peligro, tendríamos que tener controlados también todos los alrededores de la piscina, como son los céspedes, las barandillas y los baños” lo que conllevaría, según la primera edil, “tener a más personas trabajando para el mantenimiento que las personas que, en definitiva, podrían disfrutar de este servicio”.

Personal insuficiente

También a la insuficiencia de personal se refiere el alcalde de Arboleas, Cristóbal Torres. “Tenemos ahora mismo dos socorristas para 130 bañistas y si las condiciones nos llevaran a tener un control riguroso de las personas necesitaríamos multiplicar por diez los vigilantes. Nosotros no tenemos capacidad para eso, nos saldrían demasiado caros los baños”, sostiene el primer edil, que no descarta abrir la piscina si las condiciones de la desescalada se suavizan.