Padres de Aguadulce y de Lucainena se niegan a llevar a sus niños a clase

Padres del CEIP Arcoiris de Aguadulce han protagonizado una auténtica rebelión en esta vuelta al 'cole' marcada por la crisis sanitaria. Las familias se niegan a llevar a sus hijos a clase hasta que el centro ponga solución a lo que ellos consideran un verdadero caos organizativo que puede poner en riesgo la salud de los alumnos.

Los hechos se remontan al día de ayer, cuando en la reunión previa a la apertura de curso, padres y madres se encontraron con clases "en un estado caótico" que va en contra de todo lo que dictan las medidas de seguridad. Denuncian la existencia de mesas corridas con seis puestos en cada fila, lo que implica seis niños unidos, codo con codo, sin ninguna distancia de seguridad; ventanas que no se pueden abrir, impidiendo una ventilación adecuada; baños mixtos y un personal de limpieza insuficiente.

"Las mesas están unidas por cables de ordenador y nos dicen que no pueden separarlas porque necesitan autorización. Y las aulas no es que tengan una ventilación deficiente debido a que las ventanas no se pueden abrir, sino que han decidido que sea allí mismo donde los niños almuercen, de modo que encima tendrán que quitarse la mascarilla para comerse el bocadillo", explica Cristina, una de las madres.

Las familias afectadas consideran "amoral" permitir que sus hijos asistan a clase. De ahí que hayan decidido no llevarlos hasta que les ofrezcan una solución. "A mi hija no les pueden contar estas faltas porque no se ha quedado en casa por gusto, lo ha hecho porque su colegio no cumple las medidas que el Ministerio de Sanidad establece como básicas", añade.

Desde el CEIP Arcoiris de Aguadulce se alega que han pedido sillas y mesas individuales sin haber obtenido respuesta alguna por parte de la administración educativa.

Desde la localidad de Lucainena de las Torres, padres de alumnos del Colegio Público Rural 'Alhfil' también han decidido no llevar a sus hijos a clase este jueves.

Han trasladado a este medio de comunicación que mantendrán su postura hasta que el centro no esté adecuado para cumplir con el protocolo dictado a causa de la pandemia del coronavirus.