José Antonio Arcos
07:00 • 08 dic. 2011
La innovación, ese término a veces abstracto e inabarcable pero por el que todos los expertos apuestan como antídoto anticrisis, no es dominio de ningún sector de actividad. De hecho, dentro del sector olivarero una almazara almeriense con más de 30 años en el sector, como la almazara de Lubrín, ha dado un salto en este sentido creando un nuevo producto que da respuesta a los nuevos hábitos alimenticios cada vez más enfocados a evitar el aporte extra de calorías.
Dentro del concepto de ‘alimentación controlada’, esta almazara ha sacado al mercado un pulverizador que proyecta 5 mililitros en cada proyección de aceite de oliva, lo que equivale a 9 calorías. De este modo, el consumidor puede medir exactamente la cantidad de calorías que desea asimilar en cada ensalada. Así que “para controlar dietas calóricas y evitar los derrames en las tostadas este pulverizador es idóneo”, explica Rafael García, propietario de la almazara.
Degustaciones de aceite
Otro ejemplo de esta almazara por “hacer cosas nuevas y distintas” está en sus jornadas de puertas abiertas. Así, los sábados se hacen - previa reserva - visitas a la fábrica para ver el proceso de fabricación del aceite de oliva virgen extra y para asistir y participar en una degustación.
De este forma, el visitante puede adentrarse en la cultura del olivar: “El aceite arbequino se caracteriza por un aroma frutado y paladar suave con toques de plátano y tomate, que llena las ensaladas y tostadas de frescura y salud; mientras que el picual tiene un aroma a hierba recién cortada con un amargor suave, característico del aceite de Almería que se define por su dulzor, frescor e intensidad en sus frutados”, describe García, “y todo esto lo hacemos con una molturación en frío y moliendo la aceituna el mismo día de su recolección, aprovechando así la energía del sol”.
Dentro del concepto de ‘alimentación controlada’, esta almazara ha sacado al mercado un pulverizador que proyecta 5 mililitros en cada proyección de aceite de oliva, lo que equivale a 9 calorías. De este modo, el consumidor puede medir exactamente la cantidad de calorías que desea asimilar en cada ensalada. Así que “para controlar dietas calóricas y evitar los derrames en las tostadas este pulverizador es idóneo”, explica Rafael García, propietario de la almazara.
Degustaciones de aceite
Otro ejemplo de esta almazara por “hacer cosas nuevas y distintas” está en sus jornadas de puertas abiertas. Así, los sábados se hacen - previa reserva - visitas a la fábrica para ver el proceso de fabricación del aceite de oliva virgen extra y para asistir y participar en una degustación.
De este forma, el visitante puede adentrarse en la cultura del olivar: “El aceite arbequino se caracteriza por un aroma frutado y paladar suave con toques de plátano y tomate, que llena las ensaladas y tostadas de frescura y salud; mientras que el picual tiene un aroma a hierba recién cortada con un amargor suave, característico del aceite de Almería que se define por su dulzor, frescor e intensidad en sus frutados”, describe García, “y todo esto lo hacemos con una molturación en frío y moliendo la aceituna el mismo día de su recolección, aprovechando así la energía del sol”.
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