Adiós a Juan García: emigrante, fundador de Cocasa y exalcalde de Mojácar

Presidió el Ayuntamiento desde 1994 a 1999 en unos tiempos de mucha batalla política

Juan García Flores fue alcalde de Mojácar durante cinco años.
Juan García Flores fue alcalde de Mojácar durante cinco años.
Manuel León
07:00 • 30 sept. 2020

Durante el tiempo que fue alcalde de su pueblo siempre dio la sensación de sentirse incómodo en los actos públicos. Parecía como que la corbata le apretaba más de la cuenta, como que los micrófonos lo incomodaban, como que estaba deseando que todo terminara pronto para irse a su casa.



Lo mismo daba que estuviera presentando un proyecto de regeneración de playas, unas jornadas médicas en El Parador o inaugurando un tramo del Paseo Marítimo. 



El no quería hablar de presupuestos ni de planes provinciales de Diputación, a Juan García, a quien acaban de despedir sus familiares y amigos, lo que de verdad le gustaba era hablar de caza, de dónde estaban las mejores perdices. Esa era su pasión, además de su familia y de las cosas de su pueblo, pero sin tener que estar en primera línea.



Pero lo estuvo, porque era el alcalde y tuvo que lidiar con todas esas cosas que lidian los alcaldes. Y tuvo que protagonizar enconados plenos con sus rivales políticos como Bartolomé Flores, cuando le decían que convocaba las sesiones a la hora del almuerzo para que no fuera público, con Carlos Cervantes de pie todo el rato en señal de protesta. Eran tiempos de mucha batalla política en Mojácar. Y Juan se enfrentó a Galasa porque consideró que el precio del agua no era honrado y se empeñó en no pagar el recibo hasta que le cortaron el agua. Juan era así.



Tuvo a su lado, en esos años, a concejales como Miguel Abellán, Pedro Gallardo Nájar, Domingo Fernández, Diego Morales, Antonio Miguel Artero, entre otros. Accedió al bastón de mando por el PP en 1994, a través de una moción de censura al Gobierno socialista de Bartolomé Flores, quien había perdido a una de sus concejalas, la actual alcaldesa Rosa María Cano, que pasó al Grupo Mixto y que firmó también la moción para cambiar el gobierno. 



El relevo se eternizó, Bartolomé Flores dimitió y dejó en funciones a Alonso Ridao. En ese tiempo cuajó el acuerdo con Vera y Garrucha para dotar de jurisdicción a este último municipio. En la mesa del acuerdo del Parador, con Pedro Aparicio, alcalde de Málaga, como árbitro, estaba el socialista Ridao, pero luego Juan refrendó el acuerdo unos días más tarde con César Martín Cuadrado y Adolfo Pérez, en presencia de Manuel Chaves.



Un año después ganó por mayoría absoluta las elecciones locales y gobernó hasta 1999 en que ganó, pero no por lo suficiente para tomar el mando. Salvador Esparza le arrebató el cetro y abandonó la política activa al poco tiempo.



Juan García Flores ‘El Carrillón’ nació en 1938 en Mojácar, en un tiempo duro, en una casa que había justo donde ahora está el bar Chiqui, en la calle Indalo. Allí tenían sus padres, Diego el Carrillón y Ginesa la Maestrilla, una tienda donde despachaban garrafas de vino que su progenitor traía en carro desde Jumilla. 


Se fue pronto a Francia a trabajar como emigrante, al igual que sus hermanos y tantos mojaqueros, donde sufrió un accidente en la pierna, soñando con volver para ponerse en la paleta de la fuente, como todos los jóvenes mojaqueros, a mirar a las lavanderas restregando la ropa en la piedra. 

Y llegó ese día del regreso y fundó, junto con su suegro Frasquito el Churrío, la célebre Cooperativa de Catetos (Cocasa) con las que empezaron a construir casas en aquella Mojácar a la que empezaban a crecerle las alas del turismo. Viviendas para embajadores, artistas, toreros, porque, entonces, todo el mundo quería tener algo en Mojácar. 


Fue Juan comprando y vendiendo terrenos, solares, orientado por su inteligencia natural para los tratos y presidió sociedades como Fuentesol, aguardando como centinela a que llegara el fin de semana y coger la escopeta y tirarse al campo a poner el puesto de reclamo. Hasta que llegó la jubilación y la vida tranquila en su chalé de El Palmeral, junto a su mujer Manuela y sus cuatro hijos, junto a sus vecinos Miguel Sáez y los Pérez Ugena. Así hasta ayer que sus paisanos dieron el último adiós a este Juan García quien durante cinco años fue su alcalde.



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