La curva epidemiológica ha dado un vuelco en la provincia a lo largo de las dos últimas semanas y ha teñido de negro cada uno de sus días con cifras que, por primera vez en los casi ocho meses que van ya de pandemia, han superado los 300 positivos detectados en solo 24 horas.
Sumar a diario números de tres cifras ha llevado a Almería a un punto, en el que se encuentra ahora, que deja en evidencia que no son los mejores momentos para una provincia que había visto pasar de puntillas al virus durante muchos meses pero que ahora se ha hecho fuerte en prácticamente los 103 municipios almerienses. Es más a tenor de las cifras de positivos registradas son los peores días de la pandemia, pues Almería ha pasado de necesitar cuatro meses para alcanzar los 1.000 contagiados a sumar esta misma cifra en apenas cinco días y colocarse ya con 11.734.
Así ha ocurrido a lo largo de la última semana, con especial protagonismo para un jueves negro que dejó 300 nuevos infectados. El pasado día 22 de octubre, jueves, la provincia superó el límite de los 10.000 contagiados detectados en total, es decir los diagnosticados tanto por PDIA (Pruebas Diagnósticas de Infección Activa), que incluye todos los casos de COVID-19 con infección activa confirmados por técnica PCR y por test rápidos de antígenos, así como por los test serológicos.
De este modo, en esta ocasión, la provincia presentó 10.117 contagios y solo cinco días después, el 27 de octubre, martes, Almería vio como superaba de nuevo otro límite y se situaba por encima de los 11.000, en concreto 11.008 positivos detectados desde marzo. Un cambio drástico en el avance de la curva epidemiológica que se entiende mejor si se compara con el avance que esta realizaba en la denominada primera oleada.
Desde el 14 de marzo, cuando se declaró la pandemia del coronavirus y comenzó el registro de datos de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía a través del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, Almería tardó hasta cuatro meses en alcanzar sus primero 1.000 positivos, una cifra que superó el 16 de julio, cuatro meses y dos días después de la declaración de la pandemia.
En ese momento, a pesar de que la provincia parecía contener el avance de la covid-19, ya se comenzaba a notar un aumento constante de los positivos, pues si para alcanzar los primero mil se necesitaron más de 120 días, tan solo fueron necesarios algo más de 20 para superar los 2.000 positivos, el pasado día 7 de agosto.
Así las cosas, el único cierto respiro que ha disfrutado Almería en lo que va de segunda oleada de coronavirus ha sido durante las últimas semanas de septiembre y las primeras de octubre, pues en esta ocasión fueron necesarios hasta 14 jornadas para que Almería traspasase los 8.000 positivos y se pusiera por encima de los 9.000, desde el 28 de septiembre al 11 de octubre.
Pero esto pareció solo un espejismo, pues a continuación han seguido algunas de las peores jornadas de la provincia y la última semana es ejemplo de ello, con el récord de todos los récord, 300 positivos en 24 horas, y jornada tras jornada superando los 100 y los 200 contagiados.
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