El campo almeriense confía en que el frío repunte precios esta semana

El campo almeriense, que tanto clamó por el agua, invoca ahora al frío para empezar a asear un comienzo de campaña decepcionante. Los precios medios de estos tres primeros meses en las pizarras provinciales son los peores de los últimos diez años y productores y comercializadoras, tan separados a veces, comulgan en la necesidad de que bajen las temperaturas para hacer frente a los elevados costes de producción. Ayer se presentó Cajamar en su rutilante palacete de Las Mariposas el nuevo Informe de Campaña Hortofrutícola 2010/2011 con la presencia de los principales operadores del sector y en un ambiente de desilusión generalizada por las dificultades que atraviesa la agroindustria almeriense. El invernadero almeriense cerró el último año con un tibio incremento del 1% en producción pero con una merma del 6,8% de su valor; unos guarismos que llevan camino de reeditarse en la actual campaña. David Uclés, director del área de Estudios Socioeconómicos de la Fundación, recordó que la pasada campaña ha estado marcada por la crisis del pepino y será recordada como “el año E.coli, con bajadas del 25% de las ventas con respecto a 2010”. Lamentó Ucles el hecho que Almería sea vista como una sospechosa habitual cuando se detecta algún brote infeccioso. Recordó que a Almería no le afecta tanto como a otras regiones las políticas de la PAC en cuanto a subvenciones, ya que solo recibe el 3%, pero sin en cuanto a estrategias de comercialización. Otra característica de la pasada campaña es que cayó el consumo nacional y, aún con la crisis de los pepinos, las exportaciones maquillaron algo los resultados finales: calabacín y tomate fueron los principales damnificados de la caída de pedidos y precios, bajadas generalizadas de los ingresos por hectáreas. Uclés alentó a productores y comercializadoras a invertir en imaginación y a romper barreras montales poniendo como ejemplo una empresa que ha comenzado a distribuir limones cortados en rodajas en el mercado. Roberto García Torrente, director de Negocio Agroalimentario de Cajamar, expuso que la rentabilidad del campo está siendo percutida por el crecimiento de los coste de producción, principalmente la energía y los fertilizantes. Indicó que “la solución para salir del bache está en el propio sector buscando puntos de unión entre todos”. Al acto acudieron representantes de cooperativas, alhóndigas y de la Cámara de Comercio.