La Comandancia de la Guardia Civil descarta la existencia de un delito de odio en el ataque perpetrado en la parroquia de San Agustín y vincula los hechos a la delincuencia común. Los ladrones se habrían apropiado de reliquias por un valor estimado superior a los 3.000 euros, pero no habrían allanado el templo con intención de provocar destrozos en las imágenes por motivos ideológicos.
Los delincuentes actuaron de forma bastante burda, con la única intención de hacerse con un botín rápido y huir. Accedieron a la parroquia usando la fuerza bruta de una piedra de gran tamaño y buscaron dinero en efectivo y objetos religiosos con valor en el despacho del sacerdote.
Los ladrones provocaron destrozos en el mobiliario de la iglesia de San Agustín y en algunas imágenes religiosas, pero únicamente como parte de la voluntad de desvalijar el templo y no como un ataque de carácter ideológico, como han confirmado fuentes policiales consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA. Se trata de un robo común.
Vox lanzó esta mañana un comunicado para denunciar el "ataque a los sentimientos religiosos" y a la "Iglesia Católica" y criticó "la inacción y la falta de reacción de otros partidos políticos". La investigación, sin embargo, ha rechazado complemente esta vía ideológica del partido de Abascal.
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