Los inmigrantes piden que la Ley de Extranjería se aplique sin trabas

“Derechos para todos” y “Ninguna persona es ilegal” fueron algunos de los lemas que con más fuerza corearon las cerca de mil quinientas personas que se manifestaron ayer por el centro de Almería, convocadas por diferentes organizaciones de inmigrantes y de carácter social y religioso, además de algunas formaciones políticas. Junto a Paloma del Sur o Almería Acoge, se sumaron a la protesta la Asociación Andaluza de Derechos Humanos, Cáritas Diocesana, Almería Intercultural, el Foro Social, el sindicato Ustea y partidos políticos como Izquierda Unida, Equo y representantes del movimiento 15-M.

Sin incidentes

La marcha, que se desarrolló sin el menor incidente y bajo un tono a caballo entre reivindicativo y festivo, reunió a una nutrida representación de inmigrantes de las diferentes zonas de la provincia en las que es más numerosa la presencia de este sector de la población. Los manifestantes hicieron más patente sus reivindicaciones al pasar frente a la sede de la Subdelgación del Gobierno, aunque manteniendo en todo momentosu carácter pacífico. Los ritmos subsaharianos de un grupo de percusionistas sirvieron para subrayar con fuerza las voces de los manifestantes y llamaron la atención de los paseantes que disfrutaban de la agradable mañana que se disfrutó ayer en la capital. A la cabeza de la manifestación, Abdelaziz Chabar, dirgiente de la asociación Paloma del Sur pedía como solución a esta situación, que la aplicación de la Ley de Extranjería no se convirtiera en un arma discriminatoria contra los inmigrantes y que se agilizara la tramitación de solicitudes, dando prioridad a la regularización de los trabajadores extranjeros.

Las dificultades

Haciendo una pausa en sus reclamaciones, Mustapha G. K. comentaba en medio de la manifestación que tras diez años de trabajo en Almería, estaba encontrando ahora muchas dificultades para tramitar cualquier solicitud en la Oficina de Extranjería, tanto en su solicitud de nacionalidad española como en la tramitación relacionada con sus hijos. Al hilo de esta queja, este marroquí de 45 años, reflexionaba sobre las consecuencias de la crisis económica en la población inmigrante de Almería, haciendo hincapié en que las dificultades que encuentran ahora los inmigrantes para normalizar su vida en nuestro país, está generando la necesidad, para muchos de ellos, de aceptar empleos ilegales. Mustapha, lamentó que el trabajo de muchos extranjeros en esta tierra, que ha servido para generar riqueza y cotizaciones a la seguridad social, sea tenido en poca consideración ahora, no encontrando razones para explicar por qué su presencia en esta tierra se esté poniendo en tela de juicio actualmente.