Vecinos y asociaciones se plantan contra el “expolio” del yacimiento de Baria

Unas 200 personas se han manifestado hoy contra la edificación de 24 viviendas en el enclave

F. Moldenhauer
17:43 • 20 dic. 2020 / actualizado a las 20:47 • 20 dic. 2020

El buen tiempo ha acompañado a las alrededor de 200 personas que se han dado cita este mediodía en el entorno del yacimiento arqueológico de Baria, en Villaricos (Cuevas del Almanzora) para protestar contra las obras para construir 24 viviendas sobre parte de los restos de este antiguo asentamiento fenicio, púnico y romano, descrito por el mítico arqueólogo Luis Siret en su libro 'Villaricos y Herrería: antigüedades púnicas, romanas, visigóticas y árabes' en 1908.



La convocatoria ha corrido a cargo de las asociaciones Unidos por Baria, Ecologistas en Acción y la Asociación Medioambiental Graeca, a las que se han unido también miembros de Amigos de la Alcazaba, encabezados por su presidenta, María Teresa Pérez, y de la Asociación Cultural Moros y Cristianos de Vera. Los únicos representantes públicos asistentes fueron varios miembros de la directiva provincial de Podemos, encabezados por el portavoz municipal de la formación, Antonio Heras, junto a representantes locales y comarcales de Izquierda Unida y el Partido Comunista, como Esteban Fernández, Álvaro Ramos y Ramón Ramos.



Los convocantes han organizado eficazmente a los asistentes para cumplir con las medidas de rigor a causa de la pandemia de Covid-19, han repartido banderas y han colgado carteles con consignas en las vallas que delimitan las excavaciones iniciadas el pasado día 10 de diciembre por la empresa promotora, pero que fueron paralizadas poco después por el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora por carecer de la pertinente licencia de la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía. Una tregua temporal, ya que hay una sentencia del Tribunal Supremo de Andalucía que avala el uso de este suelo con propósitos urbanísticos.



"Nos estamos manifestando para proteger Baria y sobre todo para que la Junta de Andalucía cumpla con su función de proteger estos terrenos y ponerlos en valor, ya no solo para que no se construya, sino para que de una vez por todas desde que se hicieron las excavaciones se diga: vamos a rescatar esto, vamos a desenterrar Baria y vamos a ponerlo en valor para que no se pierda debajo de un edificio", explicaba a La Voz de Almería Laura Rodríguez Castaño, presidenta de la Asociación Medioambiental Graeca, condensando el sentir de los asistentes.



Varios miembros del grupo, conformado por nuevas hornadas de jóvenes levantinos comprometidos con el medioambiente y el patrimonio, tienen residencia en Villaricos y han venido monitorizando las obras desde que se retomaran hace poco más de una semana. Aseguran que están apareciendo "restos que no estaban datados" en las excavaciones previas, como restos cerámicos y un nuevo muro, que se suma al que ya se sabía que existía, así como dos nuevas piletas para salazones fenicias (ya se conocían dos piletas romanas), una de las principales actividades económicas que hizo prosperar a la urbe en el pasado.



Con los asistentes a la debida distancia prudencial, los miembros de las distintas asociaciones han empuñado el micrófono para explicar los motivos de que se haya llegado a la situación actual. El primero ha sido Juan Grima, historiador almeriense y vocal de Unidos por Baria, que ha recordado el excepcional legado que descansa bajo la tierra en Cala Siret. 



"Durante unos 14 siglos Baria fue una gran ciudad, es decir: estamos hablando de una de las ciudades más importantes de la antigüedad, sobre todo la antigüedad púnica y la antigüedad fenicia anterior (...) justamente donde estamos estaba la confluencia entre la parte púnica y la parte romana, por lo que aquí tenemos unos estratos superiores que son romanos y la parte fenicia anterior está ahí abajo, por eso esta parte es súper clave, importantísima", desveló.



Según recordó, la parcela forma parte de un asentamiento en el que se han producido hallazgos únicos, como la Estela de Villaricos, uno de los pocos ejemplos que se conocen de escritura púnica en el mundo, así como la placa de mármol en la que el nombre de Baria se encontró grabado por primera vez o una representación pictográfica del dios Baco, junto a numerosos huevos de avestruz pintados (según Grima, se trata de la ciudad del Mediterráneo en la que más huevos de esta ave han aparecido), entre otros muchos hallazgos que descansan en el Museo de Almería, la Academia de la Historia y el Museo Arqueológico Nacional. 


"La delimitación arqueológica se conoce desde 1908 (gracias a la publicación del libro de Siret), han pasado 112 años y todavía estamos con un problema con las delimitaciones, es de pura vergüenza", criticó el también presidente de la editorial Arráez Editores en referencia al pleito que en 2014 ganaron los propietarios de los terrenos.


En aquel entonces, un error de la letrada de la Junta de Andalucía a la hora de presentar el recurso de casación, llevó al Supremo a dictaminar que la parcela quedaba exenta del estatus de Bien de Interés Cultural, a pesar de que era de sobra conocido, por excavaciones anteriores, que formaba parte del yacimiento.


A pesar de este varapalo legal, cuyas consecuencias afirman estar sufriendo ahora los que se oponen a la construcción de las viviendas, Grima y Unidos por Baria no descartan la vía judicial para conseguir frenar lo que consideran un "expolio" de un patrimonio de valor incalculable.


"La sentencia del Tribunal Supremo fue dictada en unas circunstancias particulares que han cambiado. Con las catas practicadas para ese pleito en la mano, se afirmó entonces que aquí no había restos arqueológicos de valor, pero ahora estamos viendo que están apareciendo muchas cosas que no se conocían, como por ejemplo un nuevo muro que corre paralelo a la costa y que podría ser parte del muro defensivo de la Baria antigua", señaló el historiador.


Por eso desde Unidos por Baria anunciaron que emprenderán acciones legales con el objetivo tanto de que se revise esa sentencia, como de que se investigue la posible negligencia en que pudo incurrir la representación legal del Gobierno autonómico, a quien correspondía la defensa y puesta en valor del patrimonio. De hecho, la asociación ha anunciado que está trabajando ya en una demanda para presentarla a la Fiscalía.


La Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 ampara la protección y puesta en valor de cualquier hallazgo arqueológico, mueble o inmueble, que puede producirse en cualquier parte del territorio nacional, tenga el terreno en cuestión la calificación que tenga: "A los efectos de la presente Ley se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español, o perturbe el cumplimiento de su función social. En tales casos la Administración del Estado, con independencia de las competencias que correspondan a las Comunidades Autónomas, en cualquier momento, podrá interesar del Departamento competente del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma correspondiente la adopción con urgencia de las medidas conducentes a evitar la expoliación. Si se desatendiere el requerimiento, la Administración del Estado dispondrá lo necesario para la recuperación y protección, tanto legal como técnica, del bien expoliado", se puede leer en el texto consolidado de la Ley. Cabe destacar que, a pesar de la supuesta voluntad de la promotora de conservar los restos arqueológicos que aparezcan en la parcela, las excavaciones se están llevando a cabo mediante un máquina retroexcavadora.


No obstante, la opción que se perfila como la más viable para evitar las obras, según coincidieron los representantes de todas las asociaciones convocantes, es que la Junta de Andalucía adquiera el terreno a los propietarios. "Creo que todos estaríamos de acuerdo en que nuestros impuestos se destinen a proteger el yacimiento de Baria", argumentó Grima.


Junto a la batalla legal y la posibilidad de una solución pactada para el yacimiento, la presión popular va a jugar sin duda un papel fundamental durante las próximas semanas y meses. De momento, las asociaciones convocantes han anunciado ya una nueva manifestación, esta vez frente a las puertas de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Almería.


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