Prosigue la búsqueda de los dos jóvenes que zarparon el viernes de Almerimar

Salvamento Marítimo y Guardia Civil han retomado a primera hora de este lunes la búsqueda de dos varones que salieron al mar el pasado viernes a bordo de una embarcación blanca de fibra de cinco metros de eslora desde el puerto de Almerimar en El Ejido y a los que se perdió la pista a unas 15 millas al sur de dicho punto.

Una portavoz del Sasemar ha indicado a Europa Press que el avión Sasemar 305 ha iniciado nuevamente la búsqueda este lunes al tiempo que se ha dado avisos a los navegantes y se ha alertado a las autoridades de Argelia y Marruecos, ya que las corrientes de los últimos días podrían haber derivado la posición en unas 90 millas. Por su parte, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil también mantiene abierta la búsqueda en el mar.

Salvamento Marítimo busca desde la mañana del viernes a los dos jóvenes que iban a bordo de la embarcación de recreo Noa ´, según informó un alertante, amigo de los desaparecidos, que les informó el viernes de la desaparición sobre las 10,00 horas.

El viernes fueron buscados por un helicóptero de Salvamento y una embarcación de la Guardia Civil; el sábado por un helicóptero y un avión de Salvamento, otro avión del Ejército del Aire y el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil; y este domingo, por un avión de Salvamento, por ahora sin éxito.

En la embarcación iban José Antonio y Rasi. "Se fueron a pescar y no supimos nada más de ellos", ha relatado a LA VOZ Alba, la hermana de uno de los dos tripulantes del Noa I.  Según su versión, las labores búsqueda tardaron en comenzar.

"Se tardó en empezar a buscarlos, no se hizo desde el primer momento. Estaba denunciado desde el viernes por la mañana y la búsqueda empezó el sábado sobre las 3 de la tarde", narra. 

Según el relato de los familiares, en mitad de la travesía José Antonio hablaba por teléfono con su pareja, momento en el cual creyó ver una embarcación de la Guardia Civil. Sin embargo, no era la Benemérita y lo único que saben familiares y allegados es que, desde ese momento, los teléfonos móviles de los dos tripulantes están apagados.