La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio ha iniciado las obras de emergencia para reparar los daños ocasionados por las lluvias de finales de año y el paso de la borrasca 'Filomena' en las carreteras de titularidad autonómica en la provincia de Almería.
En concreto, se actúa en los desperfectos detectados en los taludes de la A-1075 en Alhabia y la A-399 en Partaloa, que se subsanarán por 708.000 euros, según ha indicado el Gobierno andaluz tras el acuerdo adoptado en Consejo de Gobierno.
El paso de 'Filomena' a principios de año provocó la inestabilidad del talud existente en el margen derecho del punto kilométrico 5 de la carretera A-1075 en Alhabia y, posteriormente, la caída de una piedra de grandes dimensiones desde una altura superior a los 70 metros sobre la calzada.
El incidente causó un importante socavón en la carretera, el derrumbe de parte del talud del margen izquierdo y la destrucción del muro-pretil de mampostería, además de la rotura de la valla de cerramiento y de un árbol frutal de una finca colindante. Todo ello obligó al corte de tráfico y el desvío de los vehículos de la vía, por la que pasan más de 1.500 vehículos al día.
Las obras de emergencia, que comenzaron el pasado 2 de febrero, han sido adjudicadas a Ficorsa por 474.500 euros con un plazo de ejecución de cinco meses, y consisten en la reparación urgente de los daños producidos por el desprendimiento, que mantienen la carretera cortada, incluyendo la ejecución de un muro de escollera que permita la restitución del pretil del talud y permita el relleno y compactación del terraplén, la reconstrucción de las capas de firme, así como la reposición de la señalización existente.
Igualmente, se incluye la demolición de los restos de pretil que han quedado y su sustitución por una barrera de seguridad, así como la retirada de la piedra y la reparación y reposición del cerramiento de la parcela colindante.
Por otra parte, se pondrá remedio al grave peligro para la seguridad vial generado por la actual inestabilidad de bloques rocosos de grandes dimensiones, para lo cual se ha previsto, en función del estado de inestabilidad del talud, una barrera dinámica con capacidad de absorción de impactos con una malla de triple torsión anclada en su coronación y diversos puntos del talud.
Además, se ha diseñado la colocación de un recubrimiento de taludes mediante enrejado de malla de simple torsión anclado al terreno.
También se han iniciado las obras en un tramo de más 300 metros en la carretera A-399 en Partaloa, donde se detectaron unos taludes inestables en la margen derecha. En las últimas lluvias de 2020 se observaron desprendimientos de tamaño medio en la cuneta que llegaron a afectar al tráfico rodado.
Tras una inspección, se detectó que los dos tercios inferiores estaban muy erosionados en superficie, mientras que el tercero presentaba grandes fracturas, con bloques de gran tamaño susceptibles de deslizamiento hasta la calzada.
La actuaciones, que está ejecutando la empresa Lirola por 234.061 euros, incidirán, entre otros aspectos, en el saneo previo manual de superficies de taludes, eliminando aquellos bloques más inestables; recubrimiento de toda la superficie de taludes mediante geomalla sintética antierosión unida a malla metálica galvanizada triple torsión; hormigonado de cuneta para la protección de pie de talud y mejora de la seguridad vial.
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