Cambiar hábitos de consumo o movilidad es difícil, pero transformar por completo sectores económicos lo es más, un reto tan arduo como necesario para enfrentar la crisis medioambiental a la que se enfrentan no solo España y especialmente Almería, sino toda la población mundial.
Es el caso de la ganadería porcina, uno de los principales sectores que sostiene económicamente al municipio de Huércal-Overa, donde los malos olores de los purines son célebres no solo entre los huercalenses, sino en toda una comarca conformada por vecinos que, casi con toda probabilidad, en algún momento de sus vidas, han de pasar forzosamente por el Hospital La Inmaculada.
Pero "mar en calma no hace marinero" o, en palabras del alcalde: "donde hay problemas hay oportunidades". Un lema que Domingo Fernández enarbola como filosofía de vida y especialmente ahora que ha capitaneado el lanzamiento de HOS, el nuevo clúster que ha visto la luz en el municipio con el ambicioso objetivo de aunar el desarrollo sostenible con esta actividad económica. Polémica, sí, pero sumamente rentable, también.
"Donde se veía un problema que se quería cortar de raíz, nosotros queremos darle oportunidades, soluciones y empoderarlo todavía más, siempre en beneficio de todos", defiende el regidor, que pasó por los micrófonos de la Cadena SER Levante tras dar a conocer a mediados del mes pasado esta iniciativa inédita, tal y como la presentó el Consistorio.
"La idea es dar solución a problemas que afectan en la actualidad al municipio, problemas cuya solución entendemos que pasa por la colaboración entre las instituciones públicas y privadas que conviven en el municipio", sostiene Fernández sobre una iniciativa que nace con afán universal, ya que sus frutos se podrán aplicar "no solo a Huércal-Overa sino a cualquier sitio" en el se lleve a cabo la cría de cabañas porcinas.
En definitiva, y como explicó Fernández, el clúster servirá como plataforma para aunar esfuerzos en la búsqueda de una solución que permita mantener este sector, pero encauzándolo por la línea del desarrollo sostenible y la Agenda 2030.
El reto no es menor, ya que la ganadería porcina, a pesar de los malos olores que provoca, "da de comer a muchas familias en Huércal-Overa" y, en último término, genera unos ingresos de los que se beneficia y con los que se mantiene económicamente todo el municipio.
Conseguir compaginar ambas facetas, la de la sostenibilidad y la rentabilidad, no es una tarea fácil. Para conseguirlo, el alcalde es consciente de que hay que implicar a todos los agentes, no solo administrativos y económicos, sino también sociales, del municipio, integrando "a toda la ciudadanía" en esa "misión de colaboración" que comienza a dar sus primeros pasos en Huércal-Overa.
"Tenemos que tender puentes entre la sociedad, las Administraciones y el sector empresarial. En Huércal-Overa tenemos un ecosistema emprendedor que es la cría de porcino blanco y tenemos que tender esos puentes entre las empresas y las Administraciones públicas para mejorar el sector, pero siempre desde un desarrollo sostenible".
Un desafío que "no es fácil pero tampoco imposible", siempre y cuando "se sume todo el mundo a este proyecto que para nosotros es muy importante", enfatiza el alcalde.
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