Los últimos despertadores, todo un patrimonio histórico e inmaterial de Almería

La provincia de Almería alberga un patrimonio centenario desconocido por muchos de sus habitantes. Se trata de los llamados despertadores. Un tesoro inmaterial que nada tiene que ver con el aparato electrónico con el que nos despertamos cada día (o nos despertábamos, antes de la llegada de los móviles) y con el que ahora asociamos la mencionada palabra.

Los últimos despertadores almerienses se encuentran en Sierro y son historia viva de una tradición que se impuso siglos atrás para hacer llegar a una población mayoritariamente analfabeta pasajes bíblicos y acontecimientos religiosos que interesaba transmitir o recordar a la gente de a pie.

Para ello, los despertadores realizaban un particular cántico a primera hora de la mañana con el objetivo de que su mensaje llegase a todas las casas del pueblo. Para recoger este testimonio e inmortalizarlo la productora 'Ocho Lobos' ha realizado un documental en el que se plasma el testimonio, entre otros, de los últimos cinco despertadores de Sierro.

José Carlos Castaño, responsable de 'Ocho Lobos', cuenta que decidió poner en valor algo que "forma parte de la cotidianidad del pueblo; pero nunca echamos cuentas del valor que tiene hasta que viene alguien de fuera, lo señala y nos dice si sabemos lo que tenemos aquí", relata.

El origen de los despertadores se remonta al "siglo XVII y XVIII", cuando "los monjes dominicos, en su labor de meter a la gente en la cristiandad", detalla Castaño. "Como la gente antes era analfabeta y no sabía leer ni escribir, idearon una forma para instruir a la gente llana para que aprendiesen el mensaje de la Iglesia". Y esta forma fue mediante las canciones.

"Es María la caña de trigo, San José la Espiga y el Niño la flor. Y el Espíritu Santo el grano donde está encerrado el misterio de Dios". Esta es una de las letras cantadas desde hace siglos por los despertadores y que hasta hace tan sólo unos años en Sierro aún escuchaban algunas mañanas. 

Se trata de un proyecto del Ayuntamiento de Sierro financiado por el Instituto de Estudios Almerienses (IEA) donde, además de varios conocedores del patrimonio inmaterial almeriense y del sureste español, aparecen los propios despertadores, como es el caso de Antonio Hernández Sánchez, que relata su experiencia. "Tenía diez u once años y cuando salía el despertador a las seis de la mañana me encantaba escuchar las canciones. Yo decía: esto me gusta. Y llegó el momento en el que me apunté para cantar de despertador", relata.

Sin ir más lejos, el propio director del documental fue testigo de esta tradición que forma parte de la conocida como los "cantos auroros". "Recuerdo que estaba durmiendo a las seis de la mañana y sonaba una voz muy extraña con una campanilla y un cántico muy antiguo". Los días señalados, del segundo toque de misa al tercero, los despertadores "salían a la calle con nueve paradas en las que realizaban un cántico con una campanilla, lo que les distingue de las cuadrillas de ánimas", añade Castaño.

La excepción de Sierro está marcada por la continuidad que ha tenido esta tradición hasta prácticamente nuestros días. Algo "único en Almería e incluso a nivel andaluz", valora el realizador de esta obra. El documental muestra también a los propios despertadores conversando entre ellos sobre cuestiones como la primera vez en la que tuvieron contacto con esta tradición. "Para cantar así tienes que saber cómo coger bien el tono porque si no, no haces nada", indica Antonio Hernández, que aparece acompañado por otros despertadores como José Rubio de Manuel y Antonio José de Manuel Hernández.

Rostros y sobre todo voces que han marcado parte de la historia -olvidadas en demasiadas ocasiones- de nuestros pueblos y cuyo legado estará ahora al alcance de todos gracias a la iniciativa llevada a cabo por Ocho Lobos y el Ayuntamiento de Sierro.