El reto ciclista vuelve más solidario y ambicioso: Tíjola-Cabo Finisterre

La pandemia a causa del coronavirus se ha llevado por delante una infinidad de eventos de todo tipo. Culturales, deportivos, lúdicos... Y pese a que las muestras de solidaridad han sido incontables durante los últimos meses, sobre todo para con los más afectados y los profesionales sanitarios, otro tipo de iniciativas, también solidarias, tuvieron quejarse en un cajón.

Con la nueva normalidad (o si se prefiere, con un contexto sanitario cada vez más esperanzador gracias al proceso de vacunación) cada vez más cerca, asociaciones sin ánimo de lucro como el Banco de Libros de Tíjola han vuelto a impulsar algunos de sus proyectos más conocidos. Y desde luego, si hay una iniciativa solidaria en el Almanzora que se haya consolidado por su éxito y espectacularidad en los últimos años, ese es el Reto Ciclista solidario del Banco de Libros.

La intención de este colectivo nacido en el pueblo de Tíjola es que este verano se recupere una iniciativa que tras varios años recaudando miles de euros para causas benéficas sufrió un parón en 2020 debido a la pandemia. Y no regresará de cualquier manera: el reto será el más exigente al que nunca se hayan enfrentado los ciclistas locales que participarán en el mismo. Deberán recorrer una distancia de 1.200 kilómetros aproximadamente; la que separa Tíjola del Cabo Finisterre.

Hasta ahora los participantes han unido el pueblo tijoleño con Barcelona, Santiago de Compostela... pero en esta ocasión tendrán que desplazarse hasta prácticamente el punto más lejano de Almería dentro de la península. Los ciclistas que participen deberán pedalear más de 300 kilómetros al día (cuentan con cuatro días para hacerlo).

Este tipo de reto permite recaudar dinero gracias a la venta de cada kilómetro por el precio de un euro, además del patrocinio al que se puede adherir las empresas interesadas y las rifas que habitualmente se llevan a cabo. Este año no solo será especial por el destino sino porque por primera vez el dinero irá destinado para el Hospital Materno Infantil de Torrecárdenas, donde está previsto que esta aportación ayude a la construcción de un parque para los niños que allí se encuentran así como para la creación de una biblioteca y mejora en aulas.

Un destino más que plausible para el dinero que se recaude basado directamente en la experiencia personal del fundador de la asociación, Eugenio García. "Es un proyecto que llevo en mente desde hace años, ya que pasé gran parte de mi infancia ingresado en un hospital y sé lo que es ser niño allí, hora tras hora. Quería agradecer de alguna forma los cuidados que siempre he recibido de la seguridad social y que han permitido que ahora esté aquí", ha detallado en declaraciones a este periódico.

Lo que parece claro es que este año el quinto Reto Ciclista del Banco de Libros será una realidad cueste lo que cueste. "Queremos hacerlo sí o sí, así que sacaremos los permisos pertinentes", cuenta su secretario, Antonio . La propuesta, que ha recibido también el visto bueno por parte de la Junta de Andalucía de cara a la futura donación, se presentará de forma oficial a comienzos del mes de mayo, cuando todo aquel que así lo quiera hacer podrá contribuir con esta causa y está previsto que se celebre a finales de agosto o comienzos de septiembre.

Sin duda el mayor reto al que nunca se ha enfrentado el Banco de Libros de Tíjola y en este caso no solo por los kilómetros a recorrer sino por todas las complejidades que pueda entrañar el actual contexto sanitario. Eso sí, si algo ha demostrado el Banco de Libros desde su fundación años atrás por Eugenio García, es que no hay kilómetros ni dificultad que de al traste con sus ganas de ayudar a los demás.