Casi 2.000 firmas para lograr que el chiringuito del Pozo abra como cada verano

El Pozo del Esparto solo tiene un chiringuito. A unos 30 metros de la orilla, apenas medio centenar de metros cuadrados dan para una cocina, una barra y una tarima de madera con una pequeña terraza en la que los veraneantes que cada año se mudan por unas semanas a este idílico pueblecito se comen sus paellas, disfrutan de una cerveza con los amigos del verano o bailan, con la arena de la playa por pista, en los conciertos que se organizan los fines de semana.

El Casablanca es nada más y nada menos que el epicentro del ocio y la vida social de la pedanía, y atrae los fines de semana a jóvenes de los pueblos de los alrededores. Por eso muchos de los asiduos al Pozo del Esparto, que esperaban reencontrase como cada año en su chiringuito, se han llevado un chasco cuando, a través de las redes sociales, se han enterado de que el Casablanca no ha obtenido este año los permisos legales necesarios para volver a abrir sus puertas.

Casi 800 firmas demandando la reapertura del local en la plataforma Change.org y otras mil en papel, dan cuenta del arraigo que tiene este establecimiento, que ha hecho de la simplicidad y la cercanía una virtud, en el Pozo del Esparto. La campaña fue lanzada hace cuatro días por clientes, vecinos y amigos y sigue sumando apoyos, con un goteo constante de firmas.

"Los aquí firmantes solicitamos la reapertura, como todos los veranos, del chiringuito Casablanca ubicado en la playa de la pedanía Pozo del Esparto, de Cuevas del Almanzora", reza la petición, que ha sido respaldada por el propio establecimiento a través de sus redes sociales.

Laura Caicedo, veraneante del Pozo y amiga del propietario, ha sido la principal impulsora de la recogida de firmas. La idea se le ocurrió de pronto, a nivel personal. "Pensé: nos vamos a quedar los jóvenes sin el único sitio que tenemos de ocio, tendríamos que coger el coche para ir a San Juan de los Terreros u otros pueblos, porque aquí no tenemos un cine, ni tenemos una hamburguesería, ni nada", explica.

Además, según afirma esta profesora de Cuevas del Almanzora, el Casablanca da trabajo a varios "chicos que luego se pagan sus estudios con esos ahorros" y que este año se quedarán sin su trabajo de cada verano.

El próximo paso, explica, es presentar las casi 2.000 firmas (más las que se sumen) en la administración competente y lograr darle la vuelta a la resolución administrativa que se ha llevado la ilusión de muchos vecinos y visitantes del Pozo. Con un poco de suerte, podrán disfrutar un año más de una cerveza helada a orillas del Mediterráneo en 'el chiringuito'.