A pesar de que el Ayuntamiento de Vera había decidido cancelar toda la programación de las fiestas patronales en honor a la Virgen de las Angustias, así como el gran Desfile de Moros y Cristianos, la mejora de las condiciones sanitarias finalmente permitió a los veratenses vivir una de las festividades más importantes del año y demostrar un año más la devoción que sienten por su patrona.
Tras las tradicionales misas triduo del 3, 4 y 5 de junio, este año con aforo reducido, la ofrenda floral marcó el inicio de las fiestas propiamente dichas. Este año se extendió durante dos días para evitar las temidas aglomeraciones.
El día 9, las puertas de la ermita se abrieron un año más para recibir a todos los vecinos que deseaban presentarle sus respetos a la virgen, entre ellos y como es costumbre los niños que hacían la primera comunión y el alcalde y los concejales del equipo de Gobierno, que contribuyeron con su propio ramo a adornar la admirada talla de la patrona, asistiendo posteriormente al concierto de la Banda Municipal de Música de Vera.
Misa al aire libre
Ayer, día de la patrona propiamente dicho, las campanas de las iglesias y ermitas de Vera volvieron a repicar un año más en honor a la alcaldesa honoraria y perpetua de Vera y una hora más tarde la solemne eucaristía, al aire libre, contó con una afluencia impensable el año pasado.
Aunque como en 2020, las fiestas sí han tenido un fuerte carácter digital. La Rondalla Sol y Luna se encargó de ponerle el himno a la Virgen en un concierto telemático y la misa en su honor se pudo ver en Facebook y Youtube. Por último, unas ‘Sevillanas a la Patrona’ y la traca final pusieron la guinda a las Fiestas Patronales.
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