La Geoda de Pulpí, récord en visitas y en aportación al turismo provincial

Solo dos años le ha costado situarse a la Geoda Gigante de Pulpí como uno de los monumentos más visitados de toda la provincia de Almería y del sureste español. La cifra es casi abrumadora, siendo conscientes además de que estos dos años se han visto interrumpidos por un confinamiento que dejó las galerías de la Mina Rica tan solitarias como en las últimas décadas, desde que los mineros abandonaron estas instalaciones allá por finales de la década de los 60 del siglo pasado.

Este contexto sanitario no ha impedido que esta maravilla natural alcance unas cifras que vienen a respaldar los años de trámites y lucha en los despachos que han sido necesarios para la compleja puesta en valor de este monumento. En estos dos años (reitero, pandemia de por medio) han sido unas 80.000 las personas que han paseado por los pasillos de la Mina Rica. 

Un largo camino
Cerca de 100.000 personas que han contemplado esas paredes de minerales brillantes que parecen sacadas de una novela de fantasía; que han curioseado alrededor de los vestigios abandonados por los mineros hace casi un siglo como latas de sardinas o un paquete de Celtas Cortos y que no han podido cerrar la boca durante varios minutos después de adentrarse en la oquedad por la que nos asomamos al reino de una geoda que parece venida de otro mundo.

Se trata de la geoda gigante más grande del mundo de las hasta ahora descubiertas. Motivo más que de sobra para convertirse en un reclamo de primera alrededor del mundo. Pero eso no le resta un ápice de mérito a lo logrado por quienes apostaron por hacer visitable esta extraordinaria cavidad rocosa. Pongamos en contexto las cifras.

La Alcazaba de Almería registró 94.632 visitas el pasado año (también en pandemia, hay que tenerlo en cuenta) aunque las diferencias son abismales como la situación geográfica de cada monumento. Para ir a la Geoda Gigante de Pulpí, hay que ir expresamente a la Geoda Gigante de Pulpí. Salvo a quienes planifican sus vacaciones por San Juan de los Terreros, estas son visitas que no suelen coger ‘de paso’ y a esto hay que sumarle una diferencia más. No en detrimento del monumento capitalino sino para poner en valor lo conseguido con la geoda. Las diferencia en el precio de las entradas es notable.

Atractivos
Repito, no se trata de realizar agravio comparativo alguno, ya que son dos tipos de monumentos y reclamos totalmente diferentes. Esto va más bien de lo contrario. De un monumento que viene a complementar de manera magnífica la ristra de atractivos de los que dispone la provincia, como es el caso del complejo de la capital, entre otros tantos. Porque solo sumando esfuerzos (muchos esfuerzos), las zonas de la provincia menos favorecidas por las comunicaciones dentro de una provincia -ya de por sí desfavorecida en este sentido- podrán situarse en el mapa de los atractivos turísticos almerienses. Eso sí, destacando además todo el empuje del pueblo pulpileño; desde la primera autoridad con su alcalde Juan Pedro García a la cabeza pasando por el resto de vecinos y llegando hasta Mila Carretero, coordinadora de la Geoda y de un gran equipo humano. 

Son precisamente estas grandes apuestas, como la de la Geoda Gigante de Pulpí, las que están permitiendo romper con el monopolio del ‘sol y playa’ en la provincia y con otro escollo histórico para las ansias turísticas de la comarca como es la estacionalidad. No es la única posibilidad dentro de las comarcas del Almanzora, el Levante y Los Vélez que pueden aportar un gran grano de arena en estos objetivos. Ahí sigue a la espera de un movimiento decidido y sobre todo definitivo el Castillo de Vélez-Blanco u otros monumentos como el Palacio del Almanzora. Posibilidades que, en el caso de seguir el ejemplo de la Geoda Gigante de Pulpí (cada uno con sus particularidades) vendrían a sumar aún más a unas comarcas y una provincia a la espera de nuevos reclamos culturales y turísticos que sigan el camino abierto por la maravilla natural pulpileña.