Ahora sí: llega la primera gran ola de calor de este verano

Hasta ahora el verano en la provincia ha sido bastante llevadero, con días de 40 grados o algo más en zonas del interior, pero de manera puntual, de forma que ha hecho calor pero también ha habido bastantes días de alivio. Incluso en el área de la capital han sido más los días suaves que los calurosos.

Sin embargo esta situación ha llegado a su fin, y es que según comenta Eduardo Romay, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas, “era raro que la estación cálida se despidiera sin una ola de calor, que oficialmente Aemet define como un episodio que debe cumplir ciertos criterios de intensidad, extensión territorial y duración, y en el caso de Almería la importancia vendrá dada no tanto por la intensidad como por la persistencia”.

Mapa de calor

En la provincia tendremos dos escenarios: en uno habrá localidades en las que el mercurio se mantendrá muy alto entre este miércoles y el domingo, cinco días; en otro irá subiendo gradualmente hasta alcanzar el tope durante el fin de semana. Tan sólo las localidades situadas en el litoral de levante y algunas cercanas se librarán de temperaturas extremas, ya que en el resto de la provincia los 35º serán generales y se rozarán o alcanzarán los 40 en amplias zonas, “y con la importancia de que será durante varios días”.

A destacar del episodio las altísimas mínimas, que no bajarán de 20º en ningún punto, y de 25 en muchos sitios, incluyendo la capital, donde es bastante posible que no bajemos de 27 o 28º durante casi 100 horas. Por otra parte, el calor será “verticalmente lógico”, es decir, hará más calor en las localidades a menos altitud y menos en las más altas.

La causa principal de estos calores será la llegada de una masa de aire de origen norteafricano muy cálido (hasta 30º a unos 1.500 metros de altura), pero en esta ocasión la estabilidad será máxima, con lo que no habrá vientos de consideración. Podría aparecer el polvo en suspensión, recortando en uno o dos grados las temperaturas y, si apareciera alguna nube de evolución, haría efecto ‘parasol’.