Albox y el resto de lugares que se identifican con la arraigada devoción a Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada, están viviendo desde finales del pasado mes de agosto una serie de cultos y actividades preparatorias para la gran solemnidad del próximo ocho de septiembre. Desde el pasado quince de agosto, solemnidad de la Asunción, hasta el diez de octubre; los peregrinos pueden sumarse a la intensa programación preparada por el Santuario y accesible a través de las redes sociales del mismo.
El Novenario, que se celebra alternativamente en las Iglesias Parroquiales de Santa María y de la Concepción, está siendo predicado por el presbítero Enrique Antonio Cortés Díaz y el sábado pasado fue celebrado a los pies de la sagrada imagen de La Pequeñica.
El Santuario, primorosamente ornamentado con sus mejores galas, lucía magnífico con el estreno de su reposteros y la decoración floral de Manuel Jesús Sánchez Reche. Nardos y rosas que, junto con la suave luz de los cirios, realzaban la belleza del sin par edificio que levantara el Obispo Claudio Sanz y Torres desde 1764. Precisamente ese día estaba programado uno de los eventos más esperados y novedosos. Se trataba de la I Exaltación de la Romería, confiada al veterano de los directores periodísticos españoles: Pedro Manuel de la Cruz Alonso.
"A la Virgen del Saliente no le puede decir no"
Es cierto que Pedro Manuel de la Cruz Alonso, director de La Voz de Almería desde 1988, es conocido por ser reacio en la aceptación de pregones o exaltaciones. Sin embargo, al recibir la invitación a protagonizar la I Exaltación de la Romería, solo pudo decir: "A la Virgen del Saliente no le puedo decir que no". Introducido por la centenaria música de la Cuadrilla de Ánimas del Saliente, magistralmente dirigida por el mayordomo don Francisco Martínez Botella, la ceremonia fue conducida por la voluntaria Natalia Carrillo Reche con esmerada gracia.
El antiguo corresponsal albojense Antonio Pardo Díaz, también voluntario del Santuario, fue el encargado de presentar al Exaltador. Durante su presentación, Antonio habló desde el cariño de la amistad y la admiración profesional. Definió a Pedro Manuel como un gran periodista y un albojense orgulloso de sus raíces.
Por fin, tras todos estos preludios, comenzó la esperada Exaltación de la Romería. El verbo entusiasta y el carácter casi confidencial, dio a la velada un ambiente familiar y hasta las estrellas se hicieron presentes para no perder ninguna de sus palabras. La presencia de la familia de la Cruz, que lo arropó en todo momento, contribuyó a tan mágico espíritu.
"Yo no creo en los milagros, pero haberlos... haylos"
A la luz de un anochecer solo iluminado por una palmatoria, con un sutil olor a incienso y un silencio únicamente roto por el vuelo de las golondrinas, Pedro Manuel quiso evitar todo barroquismo, aunque el lugar y el tema a tratar hicieron inevitable convertir en poesía su prosa. Con el apoyo de citas diversas, que van desde Chavela Vargas a Antonio Gala, fue enlazando con su propia experiencia y la de sus familiares en torno a la devoción a la Pequeñica. Se confesó incondicional romero del Saliente, pues jamás ha faltado a ninguna de las bajadas de la sagrada imagen a su Villa y – con especial emoción – habló de la fe de sus padres y cómo confiaron la vida de su hermana a la Virgen del Saliente durante una enfermedad.
Se trató de una verdadera romería del corazón, a través de la geografía del recuerdo y con una apasionada defensa para el futuro. Llegó a afirmar: "Si las religiones separan, como estamos viendo en Afganistán; aquí en Albox la religión une". Y citó el caso de cómo un falangista y un comunista, que tras un terrible enfrentamiento durante la Guerra Civil, recitaron la misma plegaria unánimes ante La Pequeñica. Finalmente, sentenció el periodista: "Yo no creo en los milagros, pero haberlos… haylos".
Pedro Manuel de la Cruz pidió a sus paisanos y a los peregrinos presentes que, por encima de todo, cuiden y preserven esta tradición de la Romería al Saliente. No por nostalgia de tiempos pasados, en absoluto, sino porque las raíces son muy necesarias para que las ramas del árbol puedan esparcirse por horizontes nuevos. Un vítor, fuerte y sincero, puso el punto y final a su inolvidable Exaltación. Todos los asistentes, puestos en pie, le rindieron un aplauso que parecía no terminar nunca. El Alcalde de la Villa, Francisco Torrecillas y su señora, y otras autoridades municipales también lo agasajaron.
"En Albox existen dos cielos distintos, el de la Gloria y el que aprendemos en el Saliente"
Cuando finalizó la merecida ovación, el secretario del Santuario, Juan Navarrete Ortega, dio pública lectura al acta por el que se concedía la Medalla del Patronazgo a Pedro Manuel de la Cruz. Como especificó durante su lectura, no solo se le entregaba dicho galardón por ser el primer Exaltador; sino por su compromiso en difundir la devoción a La Pequeñica a lo largo de su carrera periodística. De igual modo su esposa, visiblemente emocionada, recibió un respetuoso ramo de flores.
El rector del Santuario, Antonio Jesús María Saldaña Martínez, concluyó el acto con unas improvisadas palabras en las que agradeció a Pedro Manuel de la Cruz su brillante Exaltación y trazó una pequeña síntesis de la misma. Destacó cómo la comprensión del tiempo variaba tras encontrarse con La Pequeñica y llegó a decir: "En Albox existen dos Cielos distintos, el de la Gloria y el que aprendemos en el Saliente".
Finalmente, en el salón de los Cristales del Santuario, Pedro Manuel de la Cruz firmó en el Libro de Oro y presidió una festiva cena que se celebró en su honor en el Restaurante del propio Santuario.
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