La mitad de los municipios de la provincia de Almería tiene menos de 1.00 habitantes censados. Son la pura esencia de la Almería rural, de esa Almería vaciada que contrasta con los grandes núcleos de población como pueden ser la capital, Roquetas de Mar, El Ejido, Adra, Vícar y Níjar.
Una Almería vaciada de la que forman parte pueblos como Benitagla, Almócita o Turrillas y que está ahora más que nunca pendiente de las políticas contra la despoblación que se desarrollan desde las distintas administraciones.
Una prioridad
A modo de ejemplo, la propia Diputación de Almería tiene el Área de Lucha contra la Despoblación a la cabeza de su organigrama; una vicepresidencia del Gobierno central ha incorporado el término Reto Demográfico a su nomenclatura; y la Unión Europea sitúa el fenómeno demográfico entre sus grandes políticas, solo superadas por la digitalización y la sostenibilidad en todas sus vertientes.
“El reto demográfico ya es una prioridad europea”. Así lo sentenció la eurodiputada Susana Solís (Ciudadanos) del Grupo Renew Europe, impulsora de una Jornada Europea sobre Despoblación con la colaboración de Next Educación, presidida por el periodista Manuel Campo Vidal.
El foro se celebró en la Cámara comunitaria el primer día de este mes de diciembre y contó con la participación de 12 medios de comunicación de toda España, entre ellos La Voz de Almería.
Del Sur al Norte
Hasta Bruselas se desplazaron periodistas de Zaragoza, Cuenca, Segovia, Asturias, Almería, Teruel, Lugo o Huesca para conocer qué ha pasado para que en la Unión Europea se haya producido un “cambio de mentalidad”, que se traduce en voluntad política, marco legislativo y financiación, aunque con incógnitas aún por despejar.
Para Susana Solís, después del maná de 140.000 millones de euros que se ha aprobado para España con los Next Generation y los fondos de cohesión del actual marco comunitario, es muy probable que se “solapen” muchas partidas financieras de la UE en la lucha contra la despoblación, de manera que haya que gastar “mucho dinero pero en poco tiempo”.
Junto al portavoz del Parlamento Europeo, el español Jaume Duch, la representante de la formación liberal se lamentaba de que el Gobierno aún no haya presentado sus proyectos para los fondos de cohesión del periodo 2021-2027 o de que la mitad del dinero para España en el marco 2014-2020 aún no se ha ejecutado.
En ese panorama, mientras que la despoblación acecha a más de un tercio de los pueblos almerienses (el dato lo ofreció recientemente el diputado provincial de Cs, Rafael Burgos), llega el momento de gastar “ahora o nunca” el dinero de la UE para fomentar políticas de desarrollo rural que eviten el éxodo desde el interior hasta la capital, Roquetas de Mar o Níjar.
Pabellones vacíos
El problema reside en que quizá se esté llegando tarde para que en los pueblos no solo vivan ancianos. En su día, después de que las autovías fueran financiadas con Fondos FEDER, les tocó el turno a los museos, centros culturales o pabellones deportivos. Pero apenas hay población para ver una representación teatral o jugar al baloncesto.
Solo pueden ser salvados por programas para implantar el 5G o iniciativas como la que planteó en la Jornada Diego Canga, consejero principal de la Comisión Europea sobre Agricultura y Desarrollo Rural. En concreto, se refirió a extender el programa de vacaciones del Imserso para los mayores de España a los de toda Europa, de manera que al igual que ahora se intercambian estudiantes Erasmus entre países también haga con jubilados.
Si bien es verdad, como dijo Solís, que las necesidades de desarrollo no son las mismas en Almería (aún pendiente del Corredor Mediterráneo ferroviario) que en Huesca, la eurodiputada sí apuntó medidas genéricas como una política fiscal diferenciada e incentivos directos a empresas que quieren permanecer en esos territorios con baja población o implantarse en los mismos.
“Vuelta del talento”
Y lo mismo que se pretende atraer nuevas oportunidades de empleo, se ha de incentivar el regreso a los pequeños pueblos de esos jóvenes que cursaron carreras universitarias, “la vuelta del talento”.
Así las cosas, con los fondos de la Unión Europea y sus trabas burocráticas, desde su escaño en el Parlamento de Bruselas y en el de Estrasburgo, defiende Solís que se elabore un plan estratégico de lucha contra la despoblación y se presente por el Gobierno el mapeo de zonas que han perdido población y con baja densidad.
“No se trata de incentivos para provincias enteras, sino para zonas determinadas” porque así ya se establece en el Reglamento de reparto de fondos FEDER, en cuya negociación ha participado la representante de Ciudadanos.
En el caso de Almería, zonas de la Alpujarra o del Almanzora suman varios municipios con una población inferior a los 1.000 habitantes. De los casi 40 pueblos que perdieron residentes en Almería en el último año, más de la mitad estaba por debajo de ese umbral de 1.000 habitantes.
Invierno demográfico
En pocas semanas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) actualizará los censos de población, y es más que probable que el invierno demográfico siga siendo protagonista en Chercos o Rágol.
Los pueblos sirvieron de refugio para el teletrabajo en los meses más duros de la pandemia, pero pasadas una tras otra las olas del Covid-19 las familias regresaron a las grandes urbes y las aldeas quedaron despobladas. Prometieron para España 140.000 millones de euros de la UE (en su día habrá que devolverlos) para compensar una crisis sanitaria, social y económica. Además de esa, hay otra crisis, la demográfica, que también llama a la puerta de Bruselas.
En Almería, los fondos de la recuperación vendrán sí o sí para completar las líneas del AVE para el año 2026. Y de la misma forma deberían llegar otros fondos en la lucha contra la despoblación, el otro gran problema de la provincia junto al de las comunicaciones.
Un reto también democrático
“El reto demográfico es también un reto democrático”, señalaba recientemente Frances Boya, secretario general para el Reto Demográfico, en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Foro Next Educación, celebrado en colaboración con Fundación AXA. Pero no solo en España: “el reto demográfico es la tercera prioridad de la Unión Europea, junto a la transición ecológica y la digitalización”, concretaba la eurodiputada por Ciudadanos Susana Solís, en el foro moderado por el periodista Manuel Campo Vidal.
Una de las causas del declive demográfico es la vejez de la población española. Según expuso Luis Sáez de Jáuregui, vicepresidente de Fundación AXA, “la edad media de España envejece seis horas cada día”.
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