Cantoria blinda los núcleos urbanos para sortear los efectos de las lluvias

El Ayuntamiento de Cantoria está finiquitando la primera fase de un amplio plan de acción contra los efectos de lluvias torrenciales que como consecuencia del cambio climático se repiten cíclicamente en la zona del Valle del Almanzora, con la construcción de escolleras en puntos estratégicos y una red de pluviales que se ha ido completando conforme se ha acometido la actualización de viales y servicios generales a las viviendas.

En el núcleo urbano de Cantoria se han llevado a cabo obras de aseguramiento de zonas sensibles en Camino Alto, junto al cementerio, Cuesta de La Mina y en el entorno del campo de fútbol, mientras que en Almanzora la escollera abarca todo el tramo urbano de la antigua línea de ferrocarril, y se complementa con una ambiciosa red de pluviales que se ha ejecutado durante todo 2021.

“En los últimos años hemos sido testigos de que cada vez que viene una gota fría, Dana o cualquier fenómeno de esta índole, los daños ocasionados han sido enormes, pero no sólo es el valor económico, porque la pérdida de enseres y de tiempo que provocan estos desastres cada vez que aparecen también son importantes para los vecinos. Ideamos un plan para en distintas fases terminar con los efectos principales de esas grandes precipitaciones y tanto las escolleras más urgentes como la red de pluviales de Almanzora están a pleno rendimiento desde este comienzo de año”, afirma Puri Sánchez, alcaldesa de la localidad.

Para la primera edil la obra civil llevaba a cabo no es un “seguro incondicional que nos garantice quedar indemnes, pero podemos frenar esos daños que de forma recurrente se producen cada vez que llegan las grandes avenidas de ramblas o del río”, afirma.

La mayor parte de las canalizaciones en el núcleo urbano de Cantoria se han llevado a cabo aprovechando la instalación de la nueva red de distribución de agua potable, que se extiende por más de diez kilómetros de canalización, y que también ha servido para soterrar todos los servicios de telecomunicaciones, modernizar el alumbrado y sustituir zonas de rodadura y acerados sobre los que no se había actuado en más de 30 años.

“En seis años hemos actuado en todas y cada una de las barriadas y ahora toca dar un avance aún mayor apoyándonos en los fondos de recuperación y resiliencia del Gobierno de España, porque si con fondos propios nos hemos cubierto las espaldas frente a los efectos de lluvias torrenciales que ocasiona el cambio climático, el siguiente paso es luchar contra ese cambio con una nueva fase de la protección de núcleos urbanos de las avenidas de cauces fluviales y repoblación de riberas del río.

También se pretende actuar reduciendo la movilidad de vehículos en los núcleos urbanos con medidas que van desde la peatonalización de buena parte de las calles a la generación de aparcamientos disuasorios, acciones de las que iremos dando datos en las próximas semanas”, adelanta la alcaldesa.