La luz y el sonido de las carretillas vuelve a Cantoria tras 2 años de silencio

El pueblo de Cantoria volvió a oler a pólvora el pasado domingo tras dos años sin hacerlo. Las carretillas volvieron a 'volar' entre las calles cantorianas recuperando así una tradición centenaria y con la que se vuelca prácticamente toda la población del pueblo cantoriano.

Los cilindros rellenos de pólvora y que llenan de luz y sonido el municipio de Cantoria cada mes de enero -con permiso de la pandemia- fueron de este modo los protagonistas una vez más este 16 de enero, contando con una gran participación de los vecinos. De hecho han sido, con mucha probabilidad, una de las carretillas más emotivas debido a los dos años en blanco que se han sucedido por el coronavirus.

Antonio Cerrillo, funcionario del Ayuntamiento que ha estado muy atento a la organización y desarrollo de la fiesta, ha explicado que "desgraciadamente llevábamos desde 2019 sin poder disfrutar las carretillas y este año tras meditarlo concienzudamente" decidieron su celebración al considerar que no se corría un "peligro grave" en lo que se refiere a la pandemia. "Se trata de una fiesta que se celebra en la calle, al aire libre y en la que los carretilleros y carretilleras van muy protegidos, lo pusimos todo en la balanza y como había tantas ganas de retomar la fiesta ,decidimos hacerla".

Una decisión que, por el momento, parece acertada ya que la incidencia con respecto a la pandemia ha ido e descenso en Cantoria en los últimos días. En cuanto a lo que ha supuesto el regreso de esta tradición centenaria, Cerrillo reconoce que "se notaba que renacía", poniendo como ejemplo el caso de sus hijos ya que "estaban incluso emocionados ese mismo día de las carretillas".

En lo que se refiere a la participación vecinal, Antonio Cerrillo ha celebrado que "hubo muchas carretillas a pesar de ser domingo porque la mayor parte de la gente que pudo salió a la calle a tirarla y la celebración fue como siempre", subraya antes de mostrar su agradecimiento "a la asociación de carretilleros, que son fundamentales en este evento".

Sí que se suprimieron por motivos sanitarios otros aspectos que habitualmente acompañaban a las carretillas como "la parrillada" y "no se dejaron poner barras en la plaza" para evitar las aglomeraciones.

Lo cierto es que los cantorianos volvieron a oler a pólvora tras dos años sin poder hacerlo y sin incidentes graves que lamentar. El mejor regreso posible para una tradición que cuenta con siglos a sus espaldas y que solo la pandemia ha evitado su celebración en años anteriores.