María, la mojaquera que recorrerá 3.000 kilómetros hasta la frontera ucraniana

Todo empezó con un llanto. Natalia es de origen ucraniano y trabaja en un restaurante de Mojácar desde hace más de una década. Días atrás, la angustia provocada por las trágicas noticias que llegaban desde su país natal se materializó en forma de lágrimas.

Así, expresando su dolor en forma de llanto, se la encontró María Moreno, gerente del Restaurante Cabo Norte en Mojácar. Ver tan de cerca la angustia que provoca una guerra incluso a miles de kilómetros de distancia le hizo tomar una decisión. "El primer día en el que empezó el combate, cuando llegué al restaurante estaba llorando. La veía llorando y desesperada y esto surgió", ha recordado María durante una entrevista en la Cadena SER Levante.

Pese a que la familia directa de Natalia se encuentra en España, en Ucrania dejó a "sus amigos, primos… tiene su vida allí, es donde ha nacido", subraya María que, sin embargo, ya estaba sobrecogida por una guerra de estas características antes de planificar su viaje. "Vivimos en nuestra zona de confort y lo vemos todo como muy de lejos. Desde que empezó este conflicto no dejo de pensar en las personas que lo están pasando mal y en qué pasaría si me pasase a mí y si me gustaría que me ayudasen", reflexiona.

Volviendo al golpe emocional que la invasión rusa produjo en la trabajadora del restaurante, la gerente del mismo fue la que le propuso a Natalia partir hacia la frontera entre Polonia y Ucrania. "Le dije: Natalia, ¿quieres que alquile una furgoneta, compramos cosas y vamos para allá?".

Entre la incredulidad y la sorpresa, Natalia le preguntó "si sería capaz" y, para confirmar sus intenciones, María le respondió que "si me acompañaba nos íbamos las dos". Y a partir de ahí, el primer objetivo del plan no tardó en quedar claro. "Recaudamos todo lo que podamos, compramos todo lo que podamos y nos vamos para allá".

Con el recorrido hacia la frontera ucraniana decidido, el viaje de ida servirá para "ir par allá con los asientos llenos de cosas" porque la furgoneta está preparada para el transporte de personas. Y ahí es donde aparece el segundo objetivo de este viaje: intentar volver con todas las plazas ocupadas por ucranianos que quieran escapar de la guerra. "Aunque ahora mismo no sabemos con lo que nos vamos a encontrar ni si va a poder venir alguien. De momento es nuestra intención solamente", reconoce María antes de dejar claro que su intención es traer "el máximo número de personas posibles".

Con esta intención, María reservó en un primer momento una furgoneta con siete plazas pero ahora está intentando "alquilar una para nueve personas".

Por el momento, se muestra sorprendida por la reacción ha tenido su iniciativa, dada a conocer el miércoles durante las redes sociales. Al momento de hacer públicas sus intenciones recibió propuestas de ayuda hasta "de personas que no conozco, que no imaginaba…. Están contactando conmigo para ver cómo pueden ayudar. Ya ayer vino gente al restaurante a traer cosas. Nuestra intención es llenar al máximo la furgoneta y llevarla allí".

Así ha explicado su plan de viaje a escasos días de que de comienzo y con la esperanza de estar de vuelta para el próximo fin de semana. "Necesito estar aquí porque tengo un restaurante”, recuerda sonriendo tan sólo unos días antes de recorrer los aproximadamente 3.000 kilómetros de ida que tardará en torno a 30 horas en completar.