Italia multa con 120 millones al empresario almeriense Manuel Lao

Multimillonario varapalo el que ha recibido el empresario de origen almeriense, Manuel Lao, propietaria de la multinacional del juego Cirsa. El Tribunal de Cuentas de Italia ha multado con 2.500 millones de euros más intereses a los diez concesionarios de red de máquinas recreativas que operan en el país, de los que 120 millones tendrán que ser afrontados por la empresa de Lao. Otros 115 corresponden al otro Codere, el otro gigante español del juego cotizado en bolsa. Estas empresas pusieron en marcha en 2004 un sistema de máquinas recreativas interconectadas. lo que permitía incrementar el valor de los premios. Estaban tuteladas por un organismo regulador que fijó unas reglas mínimas para empezar a operar. Sin embargo, el Tribunal de Cuentas de Italia dictaminó en 2007 que la administración había cometidos irregularidades en la supervisión de los operadores de la red de máquinas recreativas y sancionó a este organismos y a las empresas involucradas. Cirsa ya ha anunciado que apelará la resolución argumentando que se limitó a cumplir con la normativa de la Administración Autónoma y que el conflicto radica en los distintos puntos de vista que mantiene el regulador. Manuel Lao Hernández nació en 1945 en Doña María (Las Tres Villas). Hijo de Cándido Lao, el propietario de una almazara venida a menos, que hacía aceite con olivos de secano. Emigró a Tarrasa con doce años trabajando en una fábrica de electrodomésticos y vendiendo caramelos hasta que montó un bar con su familia y se hizo rico con el negocio de las máquinas tragaperras. En 1978 constituyó Cirsa, que hoy es el primer grupo europeo de juegos de azar y el mayor fabricante mundial de máquinas tragaperras con una facturación de más de 2.000 millones de euros y más de 300 millones de beneficio. La corporación cuenta con 16.000 empleados y 200 empresas repartidas por una veintena de países. Ocupa la posición número 40 en el ranking de las mayores fortunas españolas. En 1995 le compró las acciones a su hermano Juan Lao. Negocio familiar El acaudalado almeriense, que ha incorporado ya a varios de sus hijos al negocio familiar, atraviesa un gran momento empresarial y financiero 33 años después de la liberalización de los juegos de azar en España. En 1979 se levantó la prohibición impuesta durante años de dictadura y las salas de bingo y los casinos se abrieron al ocio de los almerienses y del resto de españoles.Lao tiene también patrimonio inmobiliario y fincas en la provincia almeriense.