Olula del Río

Ginés Rodríguez, el olulense que levantó una iglesia con sus manos

En los años 50 un grupo de vecinos se lanzaron a la aventura de construir una iglesia de cero

A la izquierda Ginés Rodríguez y a la derecha la Iglesia de la Asunción de Olula del Río.
A la izquierda Ginés Rodríguez y a la derecha la Iglesia de la Asunción de Olula del Río. La Voz
Marina Ginés
09:57 • 09 mar. 2022

Allá por la década de los 50, la comarca del Valle del Almanzora sufría un gran aumento económico y un notable crecimiento demográfico, gracias al avance de la industria del mármol.




El crecimiento de población fue justamente lo que llevó a don Jose María Marín el cura de Olula del Río, allá por 1956, a contagiar a los feligreses con su fe para construir un nuevo templo de culto religioso.



La Iglesia Parroquial de San Sebastián era preciosa y estaba ubicada en el centro histórico del pueblo, sin embargo en los días más emblemáticos este espacio se quedaba pequeño para acoger a los vecinos de la localidad.

Don Jose María fue así el precursor, con su don de palabra y en alarde al gran cariño que le tenían los vecinos, de la construcción de una nueva iglesia en el municipio olulense.




La construcción de este nuevo templo unió a todo el pueblo de Olula en una “gran aventura” o así es como lo recuerda Ginés Rodríguez Garre (Olula del Río, 1949), probablemente el único superviviente que participó en la construcción de esta nueva iglesia para su municipio.

Ginés que solo tenía 12 años por entonces, en mayo de 1961, recuerda el gran revuelo que se formó en el pueblo entonces. “Todos aportaban algo, cada uno en la medida de sus posibilidades, las empresas ponían camiones y materiales a disposición y otros echaban uno o dos jornales gratis”, rememora el olulense.



Pero no todos los participantes de la construcción lo hicieron de forma altruista. “Habían 15 o 20 asalariados”. Uno de ellos, recuerda Ginés, era su padre. Sin embargo, el padre de este calló enfermo poco después del comienzo de la construcción del templo y se vio obligado a marcharse hasta Granada. Y así fue como Ginés se quedó en su puesto como peón de obra. “Yo estaba aun en el colegio, era más pequeño que la pala de la bellota”, bromea el protagonista.

La iglesia tardó siete años en construirse. Ginés, que entró a trabajar con solo 12 años, salió con 19 años de edad que aunque en aquel momento todavía no era considerado mayor de edad. Se puede decir que entró “siendo un niño y salió hecho todo un hombre”. La iglesia se inauguró en mayo de 1968, pero no se abrió al público hasta terminar los últimos detalles, que quedaron dispuestos el día 14 de agosto de 1968.

“Entonces no había los medios que hay ahora, no teníamos a penas maquinaria ni recursos, y como yo era el más crío de ahí era el pinche de todo”, recuerda el olulense. La nueva construcción contaba con una nave de las más grandes de España sin pilares en el centro, y esa estructura necesitaba grande cerchas metálicas para sostener el techo, que según recuerda el olulense “tuvimos que construir ahí dentro, la ferralla y todo se hacía ahí mismo”. Ginés que era el más joven de los asalariados “era el pinche de todo” como dicen “salí aprendiz de todo y maestro de nada” bromea.






Hoy, Ginés Rodríguez confiesa sentirse “muy orgulloso de haber podido colaborar en la construcción de la iglesia de mi pueblo, sigo viviendo aquí en el pueblo y veo la Iglesia casi a diario y me acuerdo de cada anécdota de cuando la construíamos”.

Hace poco se cumplieron 50 años desde que se construyó este nuevo espacio para el culto religioso en Olula del Río. Una “aventura” promovida por el cura del pueblo y apoyada por todos los vecinos que dieron una gran lección de colaboración y esfuerzo que hoy se puede ver reflejada en esta Iglesia de la Asunción.




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