Almería, la provincia que no se concibe sin su paisaje de parras

Más de 200 variedades de parras se abren vida en la aridez del terreno almeriense. Almería es un sagrario donde la biodiversidad se ha conservado durante décadas. La agricultura tradicional se ha mantenido desde hace mucho tiempo en la provincia y se ha creado una colección genética de plantas que están totalmente adaptadas al clima almeriense, al viento y a la poca agua.

Antonio Rubio Casanova impulsor del Proyecto de Biodiversidad Domesticada ha explicado como se está trabajando en la recuperación de esas “variedades antiguas que había en la cuenca del río Almanzora, del río Andarax, del Río Nacimiento o donde estén”. El proyecto que encabeza Rubio, lleva en funcionamiento casi 20 años y se encarga de la reproducción y el reparto de estas variedades “para que no se pierdan” ha apuntado el responsable.

En la actualidad debido a la agresividad de los grandes cultivos como las grandes extensiones de almendros y de olivos; o el hecho de que la población se está haciendo mayor, está haciendo que estos cultivos tradicionales se estén perdiendo. Por este motivo la labor de este proyecto es muy importante.

“Concretamente estamos centrados en el cultivo del parrar porque ha sido el cultivo que más ha durado en la provincia y el más extenso”. Antonio Rubio cuenta que actualmente existen 26 variedades ya identificadas por las que se trabaja en “evitar su desaparición”.

El Proyecto de Biodiversidad Domesticada trabaja conjuntamente con el Instituto de las Ciencias de la Vid y del Vino, que forma parte del Centro Superior de Investigación científica ubicado en La Rioja y han hecho los análisis de ADN de cada una de estas parras almerienses. Rubio quiere dejar claro que “esto no es una cosa vieja o rancia” ya que según cuenta el responsable es un estudio respaldado por la ciencia y la investigación.

La buena noticia sin duda, es que “Almería ha aportado a la Ciencia 36 variedades nuevas para el catálogo mundial del catálogo de uvas” ha recordado orgulloso Antonio Rubio. El paisaje de Almería, para los almerienses no se concibe sin la imagen de la parra, todos los almerienses recuerdan haber pasado horas a la sombra de este espectacular cultivo y haber disfrutado también de sus frutos, por eso está muy bien protegido.