Rogelio Montes
21:13 • 26 feb. 2012
Son alrededor de las seis y media de la madrugada del sábado pasado. Ana María y Javier, dependientes en la tienda 24 horas ‘Multitiendas Tory’ situada en la calle General Tamayo 29, se encuentran trabajando cuando un varón entra en el establecimiento. Lleva una venda blanca que le oculta el rostro pero, al ser fechas de Carnaval, no es algo que extrañe en un primer momento. Sin embargo, nada más entrar les arroja una bolsa de forma violenta y les enseña una pistola de gran tamaño a la vez que les exige el dinero de la caja registradora.
Este puede ser perfectamente el comienzo del último taquillazo de Hollywood o de algún programa de vídeos de impacto americanos, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de lo que les ocurrió a estos dos trabajadores de Jesús Sánchez, propietario del establecimiento. “Afortunadamente ellos están bien y todo se ha quedado en un susto. Hicieron lo correcto y el atracador se llevó la recaudación, entre 1.000 y 1.200 euros”, afirma Jesús. Todo ocurrió a una velocidad de vértigo. Tras amenazarles y encañonarles en la cabeza con la pistola, el sujeto saltó encima del mostrador, perfectamente consciente de dónde estaba el dinero. Una vez que lo tenía en su poder, salió corriendo en dirección al casco antiguo de la ciudad, por la zona de las Cuatro Calles.
El aspecto del atracador
Una vez pasado el susto, tocaba hacer memoria y revisar las cámaras de seguridad junto a la policía. Por el acento, según declaraciones de los empleados, “se trataba de alguien de origen español, incluso el tono de voz hacía sospechar de algún cliente habitual. Además, llevaba toda la cara cubierta con una venda blanca y guantes blancos de lana. De estatura media, calzaba unas zapatillas blancas con una raya negra y vaqueros. La chaqueta era de color gris”. Esta es la descripción detallada del ladrón que convirtió la noche de trabajo de Ana María y Javier en una pesadilla. Como salida de un thriller americano. El punto positivo es que, al final, nadie salió malherido.
Este puede ser perfectamente el comienzo del último taquillazo de Hollywood o de algún programa de vídeos de impacto americanos, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de lo que les ocurrió a estos dos trabajadores de Jesús Sánchez, propietario del establecimiento. “Afortunadamente ellos están bien y todo se ha quedado en un susto. Hicieron lo correcto y el atracador se llevó la recaudación, entre 1.000 y 1.200 euros”, afirma Jesús. Todo ocurrió a una velocidad de vértigo. Tras amenazarles y encañonarles en la cabeza con la pistola, el sujeto saltó encima del mostrador, perfectamente consciente de dónde estaba el dinero. Una vez que lo tenía en su poder, salió corriendo en dirección al casco antiguo de la ciudad, por la zona de las Cuatro Calles.
El aspecto del atracador
Una vez pasado el susto, tocaba hacer memoria y revisar las cámaras de seguridad junto a la policía. Por el acento, según declaraciones de los empleados, “se trataba de alguien de origen español, incluso el tono de voz hacía sospechar de algún cliente habitual. Además, llevaba toda la cara cubierta con una venda blanca y guantes blancos de lana. De estatura media, calzaba unas zapatillas blancas con una raya negra y vaqueros. La chaqueta era de color gris”. Esta es la descripción detallada del ladrón que convirtió la noche de trabajo de Ana María y Javier en una pesadilla. Como salida de un thriller americano. El punto positivo es que, al final, nadie salió malherido.
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