La familia de Abu Faty, un joven gambiano de 22 años que murió apuñalado por otro hombre también de origen africano el pasado 26 de febrero en Roquetas de Mar, no ha podido recuperar hasta el momento su cuerpo para ser trasladado a su país y ser enterrado por la falta de informes periciales que debían ser entregados al Juzgado de Instrucción número 4 del municipio.
Cuando ya se han cumplido dos meses desde la muerte de su hijo, el padre, M. Faty, se declara desesperado por la situación, porque él vive y trabaja en Barcelona y se trasladó a primeros de marzo a Almería para gestionar el traslado a África y el entierro, pero hasta ahora había sido imposible.
“No puedo aguantar más aquí y no entiendo que solo haya sido por falta de papeles”, se lamentaba a este periódico, mientras su abogada, María Ángeles Ruiz, intentaba por todos los medios agilizar los trámites pendientes.
Unas gestiones que esta misma semana han dado resultado y que harán que la juez, según la letrada, emita al mediodía de este jueves un oficio para permitir la entrega del cuerpo a la familia.
Pendiente de informes
El problema hasta ahora era que el Juzgado no podía entregar aún el cadáver porque estaba pendiente de recibir un informe de criminalística de Madrid y otro de tóxicos en sangre y orina desde Sevilla, puesto que los resultados de la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal de Almería sí se encuentran ya en poder de la juez. La sobrecarga de trabajo de los centros encargados de realizar estos informes ha tenido mucho que ver con el retraso para que el cuerpo de Abu Faty no haya podido ser por fin entregado a sus padres y hermanos.
La abogada de la familia de Abu Faty se ha encontrado además hasta ahora con un problema añadido, puesto que la defensa del acusado del homicidio ha presentado un recurso ante el Juzgado, que ha hecho que el procedimiento físicamente se encuentre en la Fiscalía, pendiente de su admisión.
Pese a todo, los deseos de la familia podrán verse cumplidos este jueves, una vez que la nueva titular del Juzgado roquetero, consciente de la situación del padre y del resto de familiares del fallecido, se ha dirigido a los forenses del Instituto de Medicina Legal de Almería para consultar si las pruebas que restan por entregar desde Madrid son realmente imprescindibles para confirmar los resultados de la autopsia realizada en la provincia, sin que sea necesario mantener el cuerpo de la víctima en un depósito de cadáveres del Poniente.
Y una vez que los forenses han dado el visto bueno, la juez ya ha comunicado a la abogada de la familia que dictará el oficio para que pueda recuperar el cuerpo estos días, y ser trasladado a África.
Fe de vida laboral
Ruiz incluso había pedido una fe de vida laboral del padre de Faty, para demostrar que ha tenido que solicitar la baja temporal en la empresa en la que trabaja en Barcelona por la muerte de su hijo, de forma que permanecer en Almería le ha supuesto un alto coste económico adicional a la pérdida de su hijo, en un intento también de ‘presionar’ ante la juez y hacer ver la necesidad de que el cuerpo sea entregado cuanto antes a sus familiares.
Como informó este diario, Abu Faty murió sobre las 22,00 horas del pasado 26 de febrero, sábado, apuñalado en la Plaza Andalucía de las 200 Viviendas de Roquetas, presuntamente por otro joven de origen senegalés con el que mantenía discrepancias, según ha precisado A. Faty, uno de sus hermanos, que vive también en Almería, en San Isidro.
El supuesto autor del homicidio, de unos 30 años, fue detenido poco después por agentes de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de la investigación.
El servicio de Emergencias 112 recibió varias llamadas de testigos que alertaban de lo que estaba sucediendo en las 200 Viviendas y hasta allí se desplazaron sanitarios del 061, así como agentes de la Guardia Civil y Policía Local, que solo pudieron confirmar el fallecimiento del ciudadano de Gambia.
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