Los más pequeños reciben clases de seguridad vial

La Policía Local de Mojácar ha impartido una clase de educación vial en el colegio público de la localidad, Bartolomé Flores, a los niños con edades comprendidas entre tres y cinco años, incluidos en el primer ciclo de educación infantil.

Estos encuentros, que la Policía Local viene realizando a los más pequeños desde hace tiempo, se habían visto interrumpidos por las medidas anticovid. Ya sin las anteriores las restricciones, han vuelto a las aulas con el fin de ir incorporando a los más jóvenes en el conocimiento de las normas peatonales.

Desde su integración al colegio, aunque siempre acompañados por un adulto, los niños más pequeños ya empiezan a desplazarse con más libertad y a formar parte de los peatones que se mueven por aceras, pasos de cebra, ect.

En estos cursos, la Policía Local de Mojácar quiere cumplir varios objetivos: uno de ellos es darse a conocer y, aunque muchos niños quieren ser policías de mayores, si es verdad que también tienen cierto miedo a la figura de la policía y de las fuerzas de orden público. Modificar este posible recelo, considerar al policía como una figura amiga, es un importante objetivo, ya que supone, en caso de urgencia, que se acerquen con confianza y seguridad, pudiendo prestarles la ayuda necesaria con mayor facilidad.

Con este fin, los agentes encargados de este curso, brindaron a los más de 120 alumnos que fueron asistiendo al aula preparada para ello, algunos de los utensilios policiales que son de uso común en la regulación del tráfico. También realizaron juegos simulando que iban por la calle, acompañados de sus padres o un mayor, teniendo que resolver las cuestiones que pudieran surgir en el paseo.

Pero sin duda, ir introduciéndoles en el conocimiento de las normas peatonales para desplazarse por la vía pública, es uno de los fines primordiales de estos encuentros. A través de ellos, los policías, de forma teórica y a través de juegos orientados a este fin, van orientando a los niños en los conocimientos y en las normas más elementales, como el uso de los pasos peatonales, semáforos, aceras, cruces de calles, e interpretar las señales que la propia policía realiza para regular el tráfico.

Tampoco podía faltar la recomendación de ser responsables de sus mascotas. Ir siempre con ellas atadas y con las bolsas adecuadas para recoger sus excrementos, sin dejarlos en la vía pública. Control, seguridad y responsabilidad que siempre tiene que ser inculcada y enseñada desde muy pequeños.

En resumen, una jornada divertida, en la que niños, siempre colaboradores y atentos, junto a los agentes de la Policía, pasaron una jornada amena para sentar las bases de una convivencia ciudadana segura y en armonía.