La victoria del joven tenista murciano Carlos Alcaraz en el Máster
de Madrid ha sido tildada de histórica en innumerables titulares. Y
es que por la joven promesa mundial del tenis eliminó en su camino
hacia la final a algunos de los mejores tenistas de la historia como
es Rafa Nadal o el actual número 1 del mundo Novak Djokovic.
Un
almeriense fue testigo de excepción del hito logrado por el
murciano. Y no lo hizo desde la grada sino desde la misma pista. De
hecho, fue juez y parte en los triunfos de Alcaraz frente a los
históricos tenistas ya que ocupaba una de las sillas desde donde se
arbitraron los partidos.
Se trata del
albojense José Miguel Alfonso Galera (Albox, 1986), quien a lo largo
del torneo ha hecho las veces de juez de línea o de saque, entre
otros. De hecho, durante la final entre Carlos Alcaraz y Zverev se
mantuvo firme e inamovible, tal y como mostraron las cámaras en
varias ocasiones, desde su lugar de juez de fondo, donde tuvo que
actuar en varias ocasiones durante el partido.
En declaraciones a
la Cadena SER Levante, José Miguel ha manifestado su satisfacción
por haber participado en “unos partidos impresionantes, con una
dificultad bastante grande” aunque reconoce que “el más difícil
de arbitrar” fue el partido entre Alcaraz y Nadal “por lo que
conllevaba ese partido” junto con el encuentro del tenista murciano
frente a Djokovic. “El ambiente que se vivía en la grada fue
impresionante, recordaba más a una Copa Davis” pero sobre todo
porque en su servicio “la tira casi siempre todas a la línea, por
lo que tienes que estar concentrado todo el tiempo”.
Acerca de la final
del torneo madrileño, resume lo ocurrido valorando que “ahora
mismo Alcaraz está un poco por encima del resto”. Sobre las
condiciones del joven tenista murciano, José Miguel Alfonso explica
que “he notado mucha diferencia en su juego del año pasado a este”
y lo considera como “uno de los grandes candidatos a ganar Roland
Garros”.
José Miguel
compatibiliza su función como árbitro con su trabajo habitual en la
capital almeriense aunque, pese a ello, ya ha arbitrado durante las
últimas décadas en numerosos torneos de élite como es la Copa
Davis, la final del nuevo torneo por equipos nacionales
del torneo impulsado por el futbolista y empresario Gerard Piqué o ediciones anteriores del propio Masters de Madrid.
Concentración, idiomas o una
vista de águila son algunas de las cualidades que debe disponer un
árbitro de este tipo, además de paciencia y la capacidad de aguantarle la
mirada tras cantar alguna bola a tenistas como el número uno del
mundo, Novak Djokovic. “A eso no hay quien se
acostumbre, da igual los años que lleves. Cuando te equivocas o
creen que hay una bola dudosa, te tiemblan las piernas”, bromea el
albojense que acumula una experiencia inolvidable más en su
currículum.
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