Cabo de Gata: diferencias entre el hotel de Genoveses y el de Fernán Pérez

Esta semana se hacía público que el Ayuntamiento de Níjar tramita actualmente un proyecto para la rehabilitación y ampliación de una cortijada en ruinas enclavado en Fernán Pérez, dentro de los límites del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, como hotel rural con 12 habitaciones, spa, sauna y piscina-alberca. Como suele ocurrir siempre que salta a la palestra un tema similar, el de una posible apertura de un negocio hotelero en esta zona de gran valor ambiental, las redes sociales se llenan de mensajes de rechazo, como ya pasó de forma contundente con el caso del Cortijo Las Chiqueras en Los Genoveses.

Los proyectos comparten semejanzas, como que en los dos se realiza una restauración de cortijos para habilitarlos como hoteles, en principio realizando actuaciones para ello que están dentro de la legalidad que implica su ubicación en el Parque Natural. La promoción de Torres y González Díaz, que tras recibir el visto bueno medioambiental de la Junta de Andalucía sigue a la espera de solucionar un trámite con el consistorio nijareño para obtener la licencia de obras, prevé poner en marcha un alojamiento con 33 habitaciones, más del doble que las del hotel de Fernán Pérez. 

"Tenemos que mirar bien el proyecto del hotel en Fernán Pérez, hay veinte días para presentar alegaciones y tratar de reducir su impacto ambiental, pero es distinto al caso de Los Genoveses. Esto lleva pasando veinte años, porque la legislación lo permite", reconocen desde Amigos del Parque. La asociación ecologista informa que, como en otros proyectos, "comprobaremos que cumpla con la legalidad", pero también admiten que "al estar cerca del núcleo urbano, en una zona muy agrícola, seguramente no tendrá el impacto ambiental que el del hotel de Genoveses, que está en el sitio del Parque Natural con mayor valor ecológico".

Esta asociación ya alegó en contra del hotel en Genoveses, argumentando que ese uso es posible en zonas C3 pero no C1 como es el caso de dichos terrenos. En los que irá el de Fernán Pérez, en suelo no urbanizable protegido como zona B2. La normativa ambiental que rige en el Parque Natural considera la compatibilidad de la construcción de edificaciones y equipamientos destinados al uso público en estas zonas, calificadas como zonas seminaturales con usos tradicionales. La voluntad de sus promotores es "dar nueva vida a la cortijada, poniendo en valor el espacio, con una propuesta actualizada y de calidad enfocada al turismo rural, y respetuoso con su entorno y el medio ambiente".  

Amigos del Parque deja claro que "dentro de la legalidad y el respeto al medioambiente la gente de estas poblaciones también tiene derecho a ganarse la vida" y aprovechan para recordar que "es curioso que ahora este caso de Fernán Pérez se haya hecho mediático, cuando hemos denunciado la ampliación de un hotel en Rodalquilar y de una casa rural en Los Escullos, que perjudican más al entorno, y no se ha dicho nada".