Almería vive la ‘Noche de San Juan’ más fría de los treinta últimos años

Aunque ciertamente en los últimos años se está produciendo un aumento progresivo de las temperaturas, algo comúnmente achacado a los efectos del cambio climático, en la provincia de Almería no es extraño que, de vez en cuando, el termómetros nos sorprenda con datos extremos, pero en sentido contrario, “bajunos”, como los califica Eduardo Romay, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas.

Ese tipo de excepcionalidades quedaron patentes durante la pasada Noche de San Juan, que según los datos aportados por Romay fue la noche y la madrugada más frías en el área de la capital desde el año 1993, con una mínima de 16,7 grados sobre las seis de la mañana.

Se convertía así en la más fría de los treinta últimos años, algo de lo que pueden dar fe los miles de almerienses que se dieron cita en las playas para lavarse la cara (la tradición dice que estarán más guapos y más sanos durante el próximo año).

Ha sido también una de las cuatro más frías de la historia, o al menos de la historia de los datos registrados, que se inició en 1968 con la instalación por parte de la Agencia Estatal de Meteorología de la estación en el aeropuerto de Almería.

Los precedentes hay que buscarlos muy atrás en el calendario. La de temperaturas mas bajas fue la Noche de San Juan de 1978, cuando la mínima esa madrugada se quedaba en 14,4 grados centígrados. En la de 1993 ya comentada el termómetro marcó 14,8.

El tercer precedente fue la noche y madrugada del año 1968, recién instalada la estación meteorológica del aeropuerto, con unas mínimas de 15,8 grados. Son los tres años en que la temperatura estuvo por debajo de los 16,7 registrados ayer, y para ello han tenido que pasar 55 años.

Bajada térmica

Los que durante la noche y la madrugada de este jueves estuvieron en las playas, y los que aún conserven en su memoria la abrasadora noche de San Juan del año 2001, habría podido notar nada menos que casi quince grados de diferencia entre una y otra noche en las playas de la capital.

Las previsiones realizadas por Cazatormentas se ajustaron mucho a lo que ocurrió con esta fiesta tan masivamente seguida por los almerienses. Pero esa consideración de noche fría, o más bien fresca, o poco cálida, se hizo extensible al conjunto de las zonas litorales de la provincia.

Mediciones En el litoral sur, el que se extiende desde Adra hasta el Cabo de Gata, la noche se iniciaba con alrededor de 20 o 21 grados de temperatura, aunque el viento de poniente hizo que la sensación térmica fuera incluso más baja. A partir de la medianoche esos registros siguieron en descenso hasta quedarse, ya avanzada la madrugada, en los 17,6 grados de Adra, los 15,4 de Roquetas de Mar, Los 17,9 de Aguadulce, los 17,3 de La Cañada, los 17,1 de El Toyo, los 15,9 de Retamar o los 18,0 de La Fabriquilla.

El litoral de Levante, desde el Cabo de Gata hasta San Juan de los Terreros en Pulpí, vivió una noche algo más cálida, aunque a pesar de ello las mínimas se quedaron por debajo de los 20 grados centígrados. Partiendo de entre 22 y 23 grados sobre las diez u once de la noche, las temperaturas fueron bajando hasta los 18,8 en Las Negras, los 18,0 de Aguamarga, los 18,0 de Carboneras, los 18,4 de Garrucha, los 18,0 de Vera Playa o los 17,0 de San Juan de Los Terreros, que junto con las playas de Retamar se convirtieron en los puntos más fríos de las costas.

El contraste de temperaturas en la provincia es clamoroso. Hace una semana Almería sufría una ola de calor de tintes históricos; una semana más tarde, ya en verano, mínimas insólitas en la noche de San Juan.