Esos domingos por la tarde, cuando casi todo el mundo se prepara para la jornada laboral o pensando en el partido de fútbol de su equipo, en Los Gallardos hay un establecimiento que los acoge y que tiene capacidad para integrarlos con los residentes. El idioma y el conocimiento gana. En cambio, el café pub 'Simons' que regenta desde 2007 Simón Torres Rodríguez (Los Gallardos, 1987), se convierte en un hervidero. Simón cuando ya escribí para las páginas de otro medio sobre una persona dinámica, hecha a sí mismo con verdadero corazón de león. Vaticiné que su proyecto no era flor de un día ni de fracaso como el de algunos que entran en un sector tan duro que no soportar una presión tan fuerte que a los pocos meses abandonan y dejando deudas de todo tipo.
Simón es como diría el diccionario de María Moliner, un autodidacto. A los ocho años cuidaba el ganado, ordeñando cabras y sacando leche a mano. A los 13 años ejercía de fontanero y por la noche de camarero en Garrucha. Sobre este personaje, el autor tiene una debilidad por el reconocimiento a esa trayectoria observándole, con apenas un palmo, levantar el negocio del supermercado de su madre Cati Rodríguez o de su padre Juan Antonio Torres Piñero con una trayectoria honesta y limpia. Después de 15 años es una personal casada con la garruchera Noemí Cervantes Berruezo y padres de Ana y Alicia. La evolución Torres Rodríguez es brutal en cuanto a conocimiento. Domina el inglés y sigue soñando con proyectos, incluidos de los de su formación permanente, filosofía tienen las personas hechas a sí mismo para superar dificultades.
Hay británicos que ya forman parte de la historia de Los Gallardos y que nos han dejado patrimonio cultural y grandes momentos. Forman parte de ese patrimonio personas tan entrañables como la añorada Helen Kennedy (Reino Unido, 1942-Los Gallardos, 2020) que junto a nuestro mito José María Crespo Pérez del Bar Crespo (Los Gallardos, 1941), el punto de encuentro de los gallarderos, nos hicieron doloroso el Día de Andalucía de 2020 por el fallecimiento de ambos. El destino quiso que se llevaran horas. Helen solía responder a la pregunta cuál es tu pueblo: “Es Los Gallardos que es donde vivo”. Esa es la respuesta que muchos británicos suelen responder como muestra de su integración. En ese ejemplo, el vecino de la calle Nueva, Diego Haro Carretero (Los Gallardos, 1948), rememora que Helen y su esposo Jack Kennedy desde que llegaron hace casi 30 años ya formaban parte de las excursiones de los mayores y de los actos solidarios como muestra de su rotunda integración, cofundadores de la Asociación de Amigos del Arte 'Gallarte' que lidera Francisco Collado. Con el matrimonio Kennedy comparto el galardón “Gallarderos sin fronteras”, proyecto cultural, Acuprogra, que lanzó el impagable por mil razones, Emilio Ruiz. La pareja Noemí- Simón, como la mayoría de los clientes, tenemos un recuerdo especial para los desaparecidos Patricia y el abuelo Michael “el bigotes”, famoso en el pueblo con su triciclo adornado con dos banderits rojas para señalizar la bicicleta.
Admiramos de los británicoss que no levantan la voz en sus conversaciones. Nos envidian el sol y la vida rural, sin aglomeraciones. Muchos de ellos piensan que nosotros somos más afectuosos con nuestros mayores y que sabemos sacarle partido a la vida en la calle
El dj Dennis Moretta ejerce, además de cantante. Tiene 63 años, en Los Gallardos desde 2018, momento en el que dejó su trabajo de fontanero. Natural de Accrington, cerca de Manchester. Reside en la antigua “Villa del catalán”, junto al centro de Salud. Asegura que el establecimiento es su segunda casa. La cultura musical le viene de familia. Su esposa, Sue Moretta, es una gran cantante, conocida en Inglaterra por su éxito en el programa Talent de la cadena ITV. Sue es hermana de un antiguo conocido y vecino inglés Billy, un fanático promotor de los karaokes en Simon`s y su inolvidable frase con la que saludaba a todo el mundo: ¡Qué pasa cohones! (con h)
Ha quedado para la memoria las celebraciones por el Jubileo de Platino, los 70 años de la Reina Isabel II en el trono británico que siguieron desde la pantalla de televisión. Interiores y terraza del bar Simon aparecieron con banderines y papelillos mientras se degustaban platos tradicionales. Eso ocurrió con la boda entre el príncipe Enrique de Gales y Meghan Markle. Muchos de los ingleses que conozco son de los que emulan al alemán Thomas Man, cuando afirman que donde ellos viven está Inglaterra, pero adoran el sitio que les acoge. Gracias a la iniciativa de Simón Torres Rodríguez los domingos es un buen día para viajar a Los Gallardos y aprender inglés gracias a la participación de mujeres y hombres que se van alternando para cantar las mejores canciones de un karaoke que se encarga de coordinar Dennis Moretta. ““Es la forma que tenemos para comunicarnos y no desconectarnos de nuestra tierra”, dice. Todo ocurre, mientras Simon responde con su empatía de enorme profesional, atento, para que el negocio de las consumiciones funcione en un ambiente distendido y amable. Seas británico o no, la acogida es segura. “Les encantan sandwichs con pepino, mantequilla, jamón york y queso”. Y lo acompañan con Bucks Fizz, zumo de naranja con cava, precisa Andy, el esposo de la matrrona Bev, natural de Carpinter, personas residentes en Los Gallardos desde 2014, comprometidas con varias asociaciones que defienden el mundo animal, Paw Pets, o con las fiestas populares como San Isidro.
La masiva presencia se produce cuando ocurren bodas reales o grandes acontecimientos en los que todos brillan con las mejores galas y las inconfundibles pamelas. Son personas que superan el medio siglo y que huyen cuando se les cuestiona que la monarquía vaya a menos o quede obsoleta ante las demandas por una justicia racial por un pasado imperial y colonial.
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