Con
motivo de la celebración del Congreso Internacional sobre Patrimonio
Geológico y Minero en Cuevas del Almanzora entre los días 29 de
septiembre y 2 de octubre de 2022, se ha contemplado, dentro de su
programación, una temática que, considerada esencial, aúna los dos
ejes patrimoniales que se abordarán durante el desarrollo de este
encuentro. En consecuencia, hay prevista una visita guiada a la mina
de Espejuelo de Arboleas, que tendrá lugar el jueves 29 antes de la
inauguración del simposio y estará guiada por Juan Carlos Guisado
di Monti y María José Bernárdez Gómez, y una exposición sobre
los distintos yacimientos de lapis specularis en la provincia de
Almería y las oportunidades que brinda su recuperación patrimonial,
que ha sido coordinada por los mencionados especialistas.
El
espejuelo o yeso selenítico se explotó a lo largo de los siglos I y
II d. C. en Hispania y en otros dominios del inmenso Imperio Romano.
El territorio de influencia de la antigua ciudad de Segóbriga, en la
actual provincia de Cuenca, concentró el mayor número de
explotaciones, una densidad que fue igualmente notable en lo que hoy
son las provincias de Toledo y Almería, con yacimientos en la propia
capital y en los municipios de Arboleas, Sorbas y Cuevas del
Almanzora.
Cuanta
mayor fuese la transparencia de las láminas de yeso extraídas más
valor e interés adquiría para un mercado que lo demandó durante
siglos. Es una relación lógica si se tiene en cuenta que su destino
era el de aislar las viviendas del exterior permitiendo el paso de la
luz, es decir, las mismas funciones que el cristal actual, de ahí
que estas láminas de yeso se enmarcasen con armazones de madera o
cerámica y luego se acoplasen a ventanas
e incluso puertas. También se empleaba, una vez sometido a un
proceso de calcinación, para producir yeso o escayola con el que
realizar molduras, vaciados o enyesados. Cuentan que hubo ocasiones
en que, triturado, se mezclaba con la arena del Circo Máximo con el
fin de que esta brillase y realzase de este modo los espectáculos
que allí tenían lugar.
La
mina de lapis specularsis del Espejuelo llamó la atención desde un
principio por su excelente estado de conservación. Su singular
existencia ilustra aquel período de romanización de la Bética y
los procesos de explotación de los recursos naturales a los que fue
sometida en época Alto-Imperial, por lo que puede considerarse un
yacimiento privilegiado que, tras los trabajos de adecuación y
puesta en valor, satisfará las pretensiones de investigadores y
visitantes.
Después de varios años de labores encaminadas a su recuperación y puesta en valor impulsados por el Ayuntamiento de Arboleas, que han perseguido desde el inicio la adecuación turística y museística de este singular patrimonio histórico-minero, está cada vez más cerca el momento en que la ciudadanía pueda disfrutar de este ya declarado Bien de Interés Cultural, incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. No podía, por tanto, quedar al margen de los contenidos del Congreso Internacional de Cuevas del Almanzora que, entre otros objetivos, tiene la pretensión de integrar en su desarrollo todas aquellas iniciativas e investigaciones que, con el patrimonio minero y geológico como referente, se hallen en curso en nuestro territorio provincial.
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