Seguro que cuando Diego Craviotto Villegas recibió la notificación de que se la había concedido una beca 'Erasmus' para terminar sus estudios en Italia tenía en mente que la oportunidad que se le ponía por delante era la de vivir una experiencia fuera de casa, conociendo otro país, otra cultura, otra idioma y viéndose en la circunstancia de desenvolverse por su cuenta en esa tesitura.
Sin embargo, la experiencia vital que están viviendo tanto Diego como otros centenares de españoles que han recibido la concesión de esta beca para este curso es la de sentirse rechazados y desamparados en un lugar en el que les está siendo casi imposible, ya no solo encontrar un piso o habitación para el curso académico, sino ni tan siquiera el encontrar un hostal u hotel desde el que seguir intentando en persona la búsqueda de hogar.
“El ser español y hombre es un problema. No quieren alquilar ni alojar”. Así de contundente se ha mostrado en SER Poniente Paqui Villegas, madre de Diego, y que está sufriendo la situación desde la distancia al igual que el resto de la familias en esta tesitura.
“La situación es como chocar contra un muro porque no hay alojamientos, están todos alquilados, las inmobiliarias nos cuelgan y los pocos que nos cogen nos crean muchas dudas”, explica Villegas.
Meses de búsqueda
La primera toma de contacto para la búsqueda de alojamiento por parte de Diego y su familia la realizaron en el mes de julio y se ha prolongado desde entonces. “Al ser Génova una zona portuaria y de playa entendía que la dificultad de encontrar piso podía ser por la cuestión de las vacaciones. Pero es que en septiembre la cosa está siendo todavía peor. Ni cogen teléfonos, ni responden a mail y nos vemos con las manos atadas”, lamenta Paqui.
Y ante la circunstancia del inicio del curso académico sin haber podido cerrar un alquiler desde El Ejido es cuando se ha producido el viaje de Diego a Italia para tratar de resolver la situación en persona. Aunque los intentos, tras una semana allí, siguen siendo infructuosos.
“Mi marido llama por un sitio, yo por otro y él por otro desde allí. Ayer hice 50 llamadas y otros tantos emails y me han respondido a tres”, confiesa Villegas, quien añade que “luego nos encontramos con la dificultad del idioma entre inglés, español y medio chapurreando italiano. De hecho, llevo varios días estudiando italiano para poder por lo menos intentar entenderme con los pocos que me cogen la llamada”.
Precios abusivos
A las dificultades para encontrar un hogar en el que poder alojarse durante el curso académico se le están juntando los abusivos precios en los hoteles y hostales de la zona desde los que los estudiantes desplazados a Italia tratan de resolver sobre el terreno su situación. “El problema que tenemos allí es el del alojamiento. Ayer había precios disparatados. Por dos noches pedían 800 euros, incluso siendo sitios compartidos”, denuncia Villegas.
Y esta difícil situación es la que ha llevado a su hijo, a Diego, a que ahora mismo se encuentre en un alojamiento, tipo hostal, en una habitación compartida de siete personas desde la que trata de recobrar la alegría por una beca 'Erasmus' a Italia que ha arrancado como una auténtica pesadilla.
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