Parque Natural

Cabo de Gata: los hosteleros ven bien peatonalizar los núcleos más turísticos

La Isleta ya tuvo acceso a su plaza restringido en verano como experiencia piloto “positiva”

Vista del núcleo urbano de La Isleta del Moro, en el municipio de Níjar.
Vista del núcleo urbano de La Isleta del Moro, en el municipio de Níjar. Francisco G. Luque
Francisco G. Luque
21:15 • 30 sept. 2022

Las importantes medidas aprobadas por el Ayuntamiento de Níjar para su Plan de Movilidad Sostenible, con el que se pretende descongestionar de vehículos diferentes núcleos urbanos muy turísticos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, son motivo de debate desde hace días entre vecinos y empresarios de la zona. 



Reducir el impacto de los coches en estos espacios protegidos de alto valor medioambiental es la prioridad para un consistorio que proyecta peatonalizar calles en lugares como San José, Las Negras, Agua Amarga o La Isleta del Moro, además de restringir el acceso de los mismos habilitando los llamados aparcamientos disuasorios, que estarán ubicados fuera del núcleo urbano.



“Es una idea estupenda y sobre todo necesaria, pero hay que ver cómo se aplica en todos estos lugares. Espero que se haga algo competente desde el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía”, asegura Antonio Hernández, del Hostal Restaurante La Isleta, un histórico negocio del pueblo en el que ya este verano se empezó a aplicar, a modo de experiencia piloto, la restricción de acceso y estacionamiento a vehículos a motor en su plaza, siempre masificada en época estival. 



Asegura Hernández que las administraciones, “deberían preguntarnos más las ventajas e inconvenientes al pueblo a la hora de planificar medidas. Pero todo lo que sea orden y servicio me parece estupendo”. El negocio de su familia está pegando al mar, en la parte más baja del pueblo y más alejada de la zona en la que está habilitado el aparcamiento. En una situación similar se encuentra otro referente de la hostelería isleteña, el Restaurante Pizzería La Isoletta.



“Desde este verano no se podía aparcar ya en la plaza, somos pioneros en eso y creo que en nuestro pueblo ha venido bien”, admite Erika Fresneda, cuya familia regenta dicho negocio. Reconoce, sin embargo, que “fastidia a algunos sitios de restauración que estamos alejados de la zona de aparcamiento habilitada. Ahora hay que aparcar arriba y en pleno agosto, con el calor que hace, esa cuesta se hace larga. A la gente le molesta, pero me parece relativamente correcto”.



Una de las grandes ventajas que ven desde La Isoletta, además de que La Isleta del Moro pasa a convertirse en zona de bajas emisiones, es que se acaba con una problemática que en verano se  veía a diario. “Se evitan malos rollos entre conductores, que se peleaban por pasar y aparcar. Los mismo pasó con la rampa por la que sacaban barcos y motos de agua al mar, la gente se peleaba a veces hasta a puñetazos y la quitaron”, recuerda Erika.



Otros puntos



Tanto Antonio como Erika, jóvenes de La Isleta que trabajan en populares negocios familiares, ven estas medidas, valorando sus pros y sus contras, como necesarias y positivas. Consideran que, tras aplicarse a modo de prueba en su pueblos, y obtener aparentemente buenos resultados y una aceptación relativamente positiva por parte de vecinos y empresarios de la hostelería, “deberían hacerlo también en Las Negras y San José, que en lo que a masificación de vehículos se refiere en sus calles están mucho peor que nosotros”.


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