“Esta pescadería lleva mi nombre porque yo soy lo más importante del negocio”

Josefina Cervantes regenta la primera pescadería de Palomares y ningún vecino podrá recordar a Fina sin su pescadería, ni recordarán la pescadería sin recordarla a ella. El establecimiento es inconfundible, ‘Pescadería Fina’ se puede leer en el letrero de la entrada”. “Esta pescadería lleva mi nombre porque yo soy lo más importante del negocio”, asintió la pescadera orgullosa de su trabajo.

La mujer del mar reivindica su papel en el sector pesquero, así nace esta iniciativa para conocer los nombres propios de aquellas mujeres que han dedicado su vida al mar y se realiza en el marco del proyecto "Pescados con Alma de Mujer I", promovido por la Asociación de Desarrollo Pesquero Costa de Almería, siendo cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (85 %) y por la Junta de Andalucía (15%). El proyecto ha decidido hacer pequeños videos para conocer a quienes están detrás de este sector y no siempre han sido reconocidas, las mujeres.

La vida de Fina, vecina de Cuevas del Almanzora siempre estuvo ligada al mar, “mi padre era arriero de Garrucha” y sus primeros recuerdos de infancia siempre estuvieron ligados al sector pesquero. Ese olor tan desagradable para muchos, el de las redes al sol oliendo a pescado descompuesto, son para Fina el olor de su infancia, el olor a familia, a hogar.

Es por este motivo que la joven decidió volver a adentrarse en el sector de la pesca a pesar de haber vivido un tiempo de la agricultura. “Era algo que me había llamado siempre y decidí montar el negocio, en Palomares no había ninguna pescadería”, recordó la protagonista.

En su establecimiento, pequeño y humilde no encontraremos grandes ínfulas ni lujos, pero sí, un trato cercano, amabilidad y un pescado de cercanía de la mejor calidad. “El pescado lo traigo de Garrucha o de Águilas porque ya están las grandes superficies para otros temas”.

Fina es una enamorada del mar, de sus tradiciones y de sus recetas, por este motivo uno de sus pescados estrella en su establecimiento, no podía ser otro que la brótola. La cual nos recomienda comerla como la conoce todo el mundo frita cuando es de menor tamaño, pero además nos da una receta típica de la zona, “la brótola un poco más grande que se hace rebozada, en salsa de almejas y gambas una receta típica de la zona y es muy peculiar” que aseguró es digna de probar. Además, la pescadera reconoce que en algunos restaurantes la convierten en un rollito frito de brótola que también es otra forma peculiar de prepararla y saborearla.

Otro de los pescados más típicos de la zona y que no faltan en la banca de su pescadería es la musina, también conocida como pintarroja. “En otras partes se las llama pintarroja, pero no es la misma variedad el buche lo tienen de diferente color, la musina es de mayor tamaño y el sabor es mucho más intenso, en esta zona no hay pintarroja hay musina, es una especie muy nuestra” apuntó la emprendedora mientras continuaba preparando y adecentando su establecimiento en esas primeras horas de la mañana para abrir, como cada día, su persiana al público y hacer lo que más le gusta, atender a sus vecinos y ofrecerles el mejor producto del mar.