Raquel Martínez
20:00 • 26 mar. 2012
“Son capaces de hacerlo todo, pero es necesario enseñárselo para que tanto la sociedad como ellos mismos vean que pueden tener un papel en la vida y dejar así de estar marginados”. Bajo esta premisa, la Asociación Down El Ejido lleva más de diez años trabajando. Este colectivo independiente sobrevive de “alguna subvención que nos llega, como ahora la de La Caixa para montar una cocina, de la comida benéfica anual y, sobre todo, del esfuerzo de padres y madres”, explica la presidenta Rosario Fernández.
Acaban de montar una cocina en la sede, y ello permite incrementar el número de talleres que realizan a diario con el único objetivo de dotar a los jóvenes con Síndrome de Down de las herramientas necesarias para lograr una autonomía plena. Por ejemplo, en el taller de desarrollo personal “se les enseña habilidades sociales, autonomía para vestirse solos o higiene personal”. Y a medida que van adquiriendo estos conocimientos que “también deben aplicar en sus casas”, van incrementando su formación con talleres de cocina, “que supone elegir una receta, ir a comprar los ingredientes y luego a cocinar” o talleres de periódico en los que “hacen sus entrevistas en la calle, y con ello logramos que pierdan su timidez”.
Taller de empleo
Y en época de crisis, “porque ellos tienen los mismos derechos aún en tiempos difíciles”, la asociación ejidense también cuenta con un taller de empleo donde se les prepara para afrontar la vida laboral. “Por ejemplo, se les enseña el trato que deben tener con el jefe, porque a veces una mañana el jefe te puede tocar el hombro como señal de buen trabajo, pero eso no tiene que ser obligatoriamente todos los días, y esas cosas son las que tienen que comprender y aprender”.
Además, para aquellos que consiguen un trabajo, la asociación continúa prestándole ayuda mediante la figura de un monitor que “durante unos días le acompaña a su puesto hasta que se siente con suficiente seguridad para acudir solo”, cuenta Rosario. Actualmente, la Asociación Down El Ejido da servicio a más de 50 niños y jóvenes “aunque socios solo hay 17. Pero al contar con un convenio con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) también atendemos a niños de entre 0 a 6 años dentro de Atención Temprana”. En este colectivo la edad no es importante a la hora de ofrecer sus servicios “porque lo único que buscamos es integrarlos cada vez más, para que tengan una vida activa como les corresponde como ciudadanos que son”.
Junto a los talleres que buscan desarrollar su autonomía, la asociación también trabaja en aspectos más específicos, e incluso individuales, como “las sesiones de psicología donde se trabajan conocimientos académicos, escritura, numeración... , es decir, se emplean algunas técnicas que favorecen la adquisición de conocimientos”. Además, cuentan con sesiones de logopedia para “mejorar e incrementar su vocabulario lo que les permite ser mejor comprendidos”. Tienen también “sesiones de fisioterapia para mejorar su tono muscular debilitado por la escoliosis, problema que la gran mayoría padece”, indica la presidenta de esta asociación ejidense.
Para el desarrollo del interminable número de actividades y programas, la Asociación Down El Ejido cuenta con el trabajo de una logopeda, una psicóloga y un fisioterapeuta, y sobre todo “de las chicas voluntarias. Gracias a ellas podemos realizar tantos talleres y tantas cosas, porque son ellas las que acompañan a los chicos a sus salidas que intentamos sean muy habituales. Así como los padres y madres de los chicos que colaboran en todo y se implican en cualquier actividad que realizamos”.
Acaban de montar una cocina en la sede, y ello permite incrementar el número de talleres que realizan a diario con el único objetivo de dotar a los jóvenes con Síndrome de Down de las herramientas necesarias para lograr una autonomía plena. Por ejemplo, en el taller de desarrollo personal “se les enseña habilidades sociales, autonomía para vestirse solos o higiene personal”. Y a medida que van adquiriendo estos conocimientos que “también deben aplicar en sus casas”, van incrementando su formación con talleres de cocina, “que supone elegir una receta, ir a comprar los ingredientes y luego a cocinar” o talleres de periódico en los que “hacen sus entrevistas en la calle, y con ello logramos que pierdan su timidez”.
Taller de empleo
Y en época de crisis, “porque ellos tienen los mismos derechos aún en tiempos difíciles”, la asociación ejidense también cuenta con un taller de empleo donde se les prepara para afrontar la vida laboral. “Por ejemplo, se les enseña el trato que deben tener con el jefe, porque a veces una mañana el jefe te puede tocar el hombro como señal de buen trabajo, pero eso no tiene que ser obligatoriamente todos los días, y esas cosas son las que tienen que comprender y aprender”.
Además, para aquellos que consiguen un trabajo, la asociación continúa prestándole ayuda mediante la figura de un monitor que “durante unos días le acompaña a su puesto hasta que se siente con suficiente seguridad para acudir solo”, cuenta Rosario. Actualmente, la Asociación Down El Ejido da servicio a más de 50 niños y jóvenes “aunque socios solo hay 17. Pero al contar con un convenio con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) también atendemos a niños de entre 0 a 6 años dentro de Atención Temprana”. En este colectivo la edad no es importante a la hora de ofrecer sus servicios “porque lo único que buscamos es integrarlos cada vez más, para que tengan una vida activa como les corresponde como ciudadanos que son”.
Junto a los talleres que buscan desarrollar su autonomía, la asociación también trabaja en aspectos más específicos, e incluso individuales, como “las sesiones de psicología donde se trabajan conocimientos académicos, escritura, numeración... , es decir, se emplean algunas técnicas que favorecen la adquisición de conocimientos”. Además, cuentan con sesiones de logopedia para “mejorar e incrementar su vocabulario lo que les permite ser mejor comprendidos”. Tienen también “sesiones de fisioterapia para mejorar su tono muscular debilitado por la escoliosis, problema que la gran mayoría padece”, indica la presidenta de esta asociación ejidense.
Para el desarrollo del interminable número de actividades y programas, la Asociación Down El Ejido cuenta con el trabajo de una logopeda, una psicóloga y un fisioterapeuta, y sobre todo “de las chicas voluntarias. Gracias a ellas podemos realizar tantos talleres y tantas cosas, porque son ellas las que acompañan a los chicos a sus salidas que intentamos sean muy habituales. Así como los padres y madres de los chicos que colaboran en todo y se implican en cualquier actividad que realizamos”.
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