El Archivo Diocesano abre sus puertas a la memoria almeriense

El primer paso para la recopilación de la memoria de la provincia se dio ayer con la inauguración de las instalaciones que albergarán el Archivo Diocesano. El Obispo, Adolfo González Montes, bendijo el espacio remodelado, en la planta baja del Palacio Episcopal, con la presencia del presidente de Unicaja, Braulio Medel, y autoridades religiosas y civiles.

La labor ejercida durante siglos por las parroquias almerienses en la documentación de todo lo que acontecía en su feligresía será así puesta en valor en un archivo que servirá para el desarrollo de importantes investigaciones históricas de la provincia. La institución irá recibiendo a partir de ahora la documentación que hasta ahora custodiaban esas parroquias y que se catalogará, se conservará y se pondrá al servicio de los historiadores, bajo la coordinación del archivero Victoriano Montoya.

González Montes recalcó durante el acto oficial que la documentación que custodia la Iglesia se adaptará con este proyecto a las exigencias de la legislación sobre archivos y protección de datos. El prelado anunció en este sentido que el pasado febrero veía la luz la nueva normativa doctrinal de la Iglesia “con orientación sobre los libros sacramentales parroquiales”, que se aplicarán en el archivo.

Por su parte, el presidente de Unicaja felicitó al Obispado “porque se notan las cosas bien hechas”. Medel se refirió además a la contribución que ha realizado Unicaja al proyecto y subrayó que “los malos momentos en lo económico no pueden servir de excusa para no atender las responsabilidades de cada uno”. Para el presidente, “las cajas de ahorros no pueden perder de vista la vocación social” con la que nacieron. Se congratuló por la “estrecha colaboración” que Unicaja mantiene con el Obispado de Almería, que además forma parte de su consejo de administración. “Tan importante como gastar poco o mucho, es gastarlo bien”, declaró.

La contribución para este proyecto ha ascendido a los 600.000 euros “que crean un nuevo espacio cultural en la ciudad” con el que “además de mejorar y aunar la conservación de los fondos del Archivo y facilitar su conocimiento, se contribuye a la dinamización del casco histórico y de la cultura en la ciudad”.

Tras la bendición, el obispo y el presidente descubrieron una placa conmemorativa.