Detenido el presunto sicario de El Rebeque tras ocho años de investigaciones

Detenido el presunto sicario de El Rebeque tras ocho años de investigaciones

Javier Pajarón
01:00 • 31 mar. 2012
El 8 de julio del año 2007, agentes de la Policía Nacional escoltaron a Felipe Antonio C. C. desde el centro penitenciario de El Acebuche hasta el Palacio de Justicia de Almería. Allí le esperaba un tribunal presidido por el magistrado Benito Gálvez, ansioso por esclarecer un brutal asesinato que conmovió a la sociedad almeriense y marcó en sangre el plástico de invernadero de un paraje conocido como El Rebeque, en El Ejido.

La vista duró apenas unos minutos. El testimonio fue suficientemente claro. Felipe Antonio reconoció hacer contratado a un sicario para acabar con la vida de su ex mujer, María del Carmen Sánchez Lozano, y a cambio se benefició de una ligera rebaja en su condena, en torno a 15 años de prisión por homicidio doloso.

Sin embargo, el caso dejó en un terreno tenebroso detalles que parecen aflorar ahora, ocho años después del crimen, con la detención de Adrián P. E., el presunto asesino que disparó a esta vecina de Adra.

La reconstrucción del crimen sitúa la escena en El Rebeque, el 8 de julio de 2004. La víctima trabajaba en el exterior de un invernadero propiedad de su familia cuando recibió la visita de los asesinos a bordo en un vehículo de color blanco, según recogen las crónicas de aquel día. Los cinco balazos alojados en el cuerpo acabaron con su vida a los pies de aquel invernadero grisáceo donde la encontró su hijo de 14 años y otra persona empleada en la finca. El relato recorrió como un escalofrío el Poniente almeriense, donde la víctima era una mujer conocida y querida. El dolor se mezcló con la indignación y la indignación con la angustia de un suceso inesperado.

Sin olvido
Y la investigación nunca fue sencilla. Hubo que esperar hasta el mes de diciembre para que se produjeran los primeros arrestos, en una operación de la Guardia Civil que acabó con la imputación de Felipe Antonio y dos presuntos encubridores. Los agentes tenían entonces, por fin, un autor y un móvil sólido para la agresión, una venganza personal contra la mujer urdida por su ex compañero sentimental y apoyada en varios colaboradores (los testigos mencionaban aquellos días hasta cuatro personas en el vehículo sospechoso).

Sin embargo, no era el fin. Como esas cientos de personas congregadas en el funeral oficiada en una parroquia de Adra, la fuerzas de seguridad tampoco olvidan. Según fuentes judiciales, a principios de este pasado mes de febrero el Juzgado de Instrucción número Uno de El Ejido dictó una orden de busca y captura contra Adrián P. E. como presunto autor de los disparos. Han pasado casi ocho años y la Policía Nacional de El Ejido (Policía Judicial) cierra un círculo ominoso con la detención del supuesto sicario. La investigación reabre la herida, aunque sólo para cerrarla definitivamente.






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