Alumnos del CEIP Virgen de la Paz han protagonizado esta semana pasada el regreso a las aulas del Centro de Educación Vial, una vez finalizadas las vacaciones de Navidad. En total fueron 86 los alumnos de Infantil, TEA y específicos quienes tomaron contacto con este programa, en compañía de sus familiares y profesores. Esta semana se pondrá punto y final a los cursos de este programa dirigidos a los centros de Infantil y Primaria, con la visita de alumnos de sexto de Primaria también del Virgen de la Paz a las aulas del Centro de Educación Vial.
La importancia que desde el equipo de gobierno que preside Antonio Bonilla, se da a estos cursos de Educación Vial, que desarrollan conjuntamente las áreas municipales de Educación y Tráfico y Movilidad, en colaboración con los centros escolares del municipio, es evidente, hasta el punto de que el propio alcalde realiza con asiduidad visitas al Centro de Educación Vial, en cuyo parque de tráfico se realiza la fase práctica de estos cursos, para compartir y animar personalmente a los escolares a provechar la formación que se les ofrece, de cara a mantener un comportamiento adecuado tanto como peatones como futuros conductores.
Para Antonio Bonilla, "la Educación Vial es una asignatura transversal que se desarrolla en los centros con la misma atención que otra cualquiera, y que no sólo puede salvar vidas, sino que además proporciona a los alumnos instrumentos válidos para mejorar las relaciones humanas y algo tan asentado y generalizado como la relación entre conductores, pasajeros y peatones".
En total está previsto que desde el inicio del curso y hasta su clausura a primeros de junio pasen por las instalaciones del centro casi 700 alumnos de cinco años de Infantil y sexto curso de Primaria de los nueve centros de Educación Infantil y Primaria del Municipio, a los que habrá que sumar los alumnos de los IES, Escuela Agraria y otros centros educativos del municipio.
La metodología empleada a lo largo del desarrollo de este proyecto, orientada a fomentar, conocimientos, valores, hábitos positivos y las actitudes responsables dentro de la movilidad, ya sea en su condición de peatón, viajero o conductor, es participativa, activa, principalmente práctica, motivadora, reflexiva y, abierta a nuevas ideas, siempre desde el respeto a los objetivos planteados. Además, se hace hincapié en el desarrollo de hábitos de observación visual, auditiva y psicomotores relacionados con la noción espacial de los niños en edad escolar.
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