Miles de personas vivieron una matanza tradicional el pasado domingo

Un olor a leña, a carne a la brasa y sobre todo a morcillas y chorizos recién cocidos eran los que impregnaban la plaza de Aljáriz atestada de gente el pasado domingo. Desde el mediodía la gente se congregaba en esta pedanía para vivir una jornada llena de tradición y de sabor, Antas celebró este domingo su segunda edición de la Feria de la Matanza con un rotundo éxito de asistencia.

"Hay gente que viene desde Roquetas, desde Águilas, Murcia, de todas partes", aseguró el alcalde, Pedro Ridao. Quien no dudó en remangarse y ayudar con todos los preparativos de esta gran celebración. "El año pasado solo preparamos un paella, y este año vamos ya por la tercera" aseguró el primer edil a poco más de las dos y media de la tarde.

La charanga 2.0 animó el cotarro a ritmo de trompeta y tambor, era fácil encontrar corros haciendo una conga improvisada o un grupo de parejas bailando unos pasodobles. Eso sí, el tiempo acompañó un sol radiante cruzaba toda la plaza que se caldeaba hasta los 17 grados para que los asistentes pudiesen disfrutar por todo lo alto de esta gran tradición. 

Algo de paciencia y mucho apetito era lo único necesario para esperar las largas colas que se montaban alrededor de las pailas gigantes y humeantes que regalaban la gastronomía más típica de la provincia. Eso sí, la espera merecía la pena, porque el sabor inconfundible de una carne recién cortada y un embutido recién hecho no se comparan a ningún otro.

Una cita diferente, para empaparse del buen hacer de los más mayores del municipio, en un encuentro que antiguamente se realizaba en familia y que se ha recreado en Aljáriz. La barriada antusa se engalanó para este evento con balas de paja, cestos de mimbre con naranjas y diferentes motivos del campo para dar un toque acogedor al entorno. Los vecinos se han volcado para que esta segunda edición de la Feria de la Matanza fuera todo un éxito. Una semana entera de trabajo en la que han preparado hasta el último detalle.

Además, en el encuentro todo el que así lo deseó se llevó un recuerdo a casa. Todos los embutidos allí preparados podían adquirirse en un puesto improvisado en la plaza, además de poder llevarse uno de sus vinos. “Queremos que todo el que venga se lleve un grato recuerdo de la barriada de Aljáriz de Antas y de toda la tradición que se respiró y se saboreó este domingo” explicó el edil antuso.