¿Podría la provincia de Almería, alguna vez, quedar reducida a diez municipios? ¿Se podrían laminar de un tirón más de 90 identidades locales por mor del ahorro económico? ¿Qué pasaría, pues, con la Diputación y con todo el andamiaje administrativo en la que se sustenta? La propuesta ha sido lanzada por el Círculo de Empresarios, a través de su presidente, Manuel Pérez-Sala, quien ha señalado que España tiene en la actualidad el mismo número de ayuntamiento que cuando se aprobó la Constitución de Cádiz en 1812.
Esta propuesta se enmarca en la reforma integral de las administraciones públicas planteada por esta organización empresarial, que señala "España es uno de los pocos países del mundo que tiene cuatro niveles de administración": el Estado Central, las autonomías, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos. Asimismo, también es "uno de los pocos países del mundo" donde no se ha revisado el número de ayuntamientos, a diferencia de lo que ha sucedido en Europa, donde "casi todos los países" redujeron sus consistorios a lo largo de los años 70 o en la década de los 90.
En base a esta estadística, el Círculo ha solicitado reducir el número de consistorios existentes en España desde los más de 8.000 actuales hasta los 3.500, "lo que supondría un ahorro en gasto político de cerca de 16.000 millones de euros". Pérez-Sala ha afirmado en una entrevista con Servimedia que existen "estudios absolutamente contrastados" que ponen de manifiesto que solamente pueden proporcionar "servicios públicos de calidad" los ayuntamientos de municipios con más de 15.000 habitantes, "dependiendo de la zona ".
En el caso de la provincia de Almería, constituida en 1821 con casi los mismos ayuntamientos que ahora como herederos de los antiguos concejos medievales, esta propuesta empresarial supondría mantener solo diez ayuntamientos -de 103- que en la actualidad cuentan con más de 15.000 habitantes: Adra, Almería, Cuevas del Almanzora, El Ejido, Huércal de Almería, Huércal-Overa, Níjar, Roquetas, Vera y Vícar. El resto serían absorbidos en sus tareas administrativas y actuarían como poblaciones satélites. Pero cómo se podría convencer a un ayuntamiento de menos de 15.000 vecinos -por ejemplo Turre o Mojácar- de que va a dejar de tener autonomía propia, de que va a perder su identidad independiente y que pasaría a formar parte del municipio de Vera.
Pérez-Sala ha explicado que "España tiene muchísimos ayuntamientos muy pequeños que, como no pueden proporcionar todos los servicios, tienen que recurrir a servicios que prestan desde la larga distancia, las diputaciones provinciales". En esta reducción propuesta, se localizarían ayuntamientos cabecera Pérez-Sala reconoció que será difícil convencer a la clase política de esta medida, pero llamó a los ciudadanos a "empezar a pedir a nuestros políticos lo que creemos que deben hacer con independencia de sus intereses".
"Los políticos son servidores públicos. Es evidente que un presidente de Diputación no va a acoger de forma favorable la propuesta que estamos haciendo, pero nosotros, los ciudadanos y la sociedad civil, no debemos estar concernidos por el interés de los políticos, sino por el interés general", ha indicado el presidente del Círculo de Empresarios.
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