Premio turístico para la casa-cueva de Terque

Terque se ha posicionado como uno de los pueblos almerienses con mayor presencia de museos dedicados a la uva o a la etnología. Ahora además puede presumir de tener una de las casas-cueva más demandadas del país.

Su nombre no deja lugar a dudas ‘Casa cueva con Encanto’ y ha recibido este año el premio que el operador turístico Booking otorga a los establecimientos de turismo rural con la valoración más alta por parte de los usuarios, un nueve y medio sobre diez.

Loli Felices es la propietaria de este alojamiento que, en apenas un año, ha logrado colocarse entre los mejor valorados de España. Su ‘aterrizaje’ en el segmento del turismo rural no fue un capricho, sino que surgió de la necesidad; la pandemia había llevado a su familia a una situación económica difícil y fue entonces cuando la casa cueva terqueña, adquirida por la afición de Loli a este tipo de viviendas lacustres, se convirtió en una forma digna de sobrevivir.

Oteando la Alpujarra

Situada en el Cerro de la Cruz del pueblo, es una antigua cueva transformada en una residencia de alto nivel de comodidades. Como relata su propietaria, un rincón de paz para vivir unos días alejados del ruido, combatir el estrés y “disfrutar de la paz que transmiten las puestas de sol y las noches estrelladas”.

Apta para seis personas, cuenta con dos dormitorios, cuarto de baño completo y un salón comedor con cocina. Para disfrutar del sol una terraza exterior y para darle un toque distinto a las casas-cueva convencionales una piscina interior con vistas a la Alpujarra, todo un lujo a apenas 25 kilómetros de la capital y a poco más de 50 del Cabo de Gata.

Loli Felices afirma que no ha renunciado a ninguno de los detalles que hacen diferente a cualquier alojamiento que se precie, desde equipamientos en baños o habitaciones hasta la cocine o esos ‘detalles’ que identifican el buen gusto... hasta zapatillas de casa.

Al tratarse de una cueva puede ofrecer un clima interior de privilegio para afrontar tanto el frío invernal (por si acaso dispone de una chimenea) como el calor del verano; “no necesitamos calefacción ni aire acondicionado durante la mayor parte del año, porque la cueva mantiene una temperatura constante todo el año”, relata una Loli que alaba el buen gusto y la alta valoración de los que eligen este tipo de turismo.