La crudeza de las imágenes de lo que Paloma Martínez encontró en
un paraje entre los límites de la provincia de Almería y la Región
de Murcia hace que no puedan acompañar a esta información, salvo la fotografía finalmente expuesta. Pero es que, en
este caso, las palabras pueden ser tan duras o más como los
documentos gráficos.
Lo que la
responsable de la Asociación Defensora de los Animales (ADA) Huella
Fiel encontró tras recibir una llamada telefónica advirtiéndole de
la aparición de varios gatos "recién nacidos" fue un útero tirado en
el suelo con los animales nonatos aún en su interior.
“El domingo recibí
una llamada de una mujer joven que me dijo que había encontrado una
camada de ‘gatitos’ recién nacidos. Creía que era una bolsa de
basura que es la común por desgracia en esta comarca. Pero en
realidad era el útero de la gata”, lamenta responsable de la
asociación animalista radicada en la comarca de Los Vélez. Posteriormente
extrajeron los gatos “para que no se asfixiaran, sin herramientas,
y los dejamos conectados al útero hasta llegar al domicilio y
llamamos a la veterinaria”, relata.
Cuando pidió la
ayuda de la clínica, los profesionales veterinarios no daban
crédito. “La veterinaria me dijo si estaba segura de que eran los
cuernos de útero. Se los llevamos y nos lo confirmó”. En un primer
momento, la brutalidad de la imagen hizo creer a la responsable de la
asociación que se podía tratar de una negligencia de alguna clínica veterinaria
cercana, si alguien trabajaba ese campo de manera clandestina… ”.
Pero nada más lejos de la realidad.
Cuando intuyendo lo
peor volvió a la zona donde se hallaron los gatos, no tardó en
encontrar lo que temía. La madre de los recién nacidos abierta en
canal. “La encontramos a unos 500 metros de donde apareció su
útero con los gatos dentro muerta y abierta”.
Ante esta situación,
la asociación ha puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado este suceso aunque Paloma lamenta que “ya nos
han avisado de que el caso va a ser archivado porque no hay pruebas
suficientes; no hay testigos, no hay sospechosos… no tenemos nada
más que la evidencia física que ahora mismo son cuatro gatos que
luchan por sobrevivir”.
La única luz dentro
de esta terrible historia es la fuerza con la que cuatro de los cinco gatos a los que
aún no les tocaba llegar al mundo están sobreviviendo en él. Eso
sí, con el cuidado vital de Paloma y de la ADA Huella Fiel que a
buen seguro no olvidarán un caso cruel como pocos.
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