Senderismo solidario, paella y música para disfrutar desde el ‘balcón’ de Níjar

Los bonitos paisajes, el poder disfrutar de una actividad saludable al aire libre y en un entorno natural único, junto a toda la familia, son motivos más que de sobra para preparar una mochila ligera, con agua y fruta, calzarse unas zapatillas deportivas y echarse al monte para disfrutar de una jornada de senderismo. Si a todo ello se le suma que, además, se camina por un motivo solidario, sin duda es un plan perfecto que puede realizarse el próximo domingo 16 de abril.

Organizada por Cáritas Parroquial Níjar, se llevará a cabo la segunda edición Ruta Senderista Solidaria con la colaboración de la Parroquia de Santa María de la Anunciación, el Ayuntamiento de Níjar y Grupo Cooperativo Cajamar, entre otros muchos patrocinadores que han querido unirse a esta iniciativa que el año pasado reunió a cientos de personas en el precioso pueblo de Huebro.

Será una jornada de apoyo a la popular organización católica, para fortalecer su labor humanitaria. Así, las inscripciones tendrán un precio de 10 euros, siendo gratuito para los niños de hasta 14 años edad. El pago se hará mediante transferencia (ES35 3058 0152 312720014453) o Bizum (04488), existiendo un 'dorsal cero' para los que no puedan hacer la ruta pero quieran aportar su granito de arena.

Desde las 9:00 horas del 16 de abril podrán recogerse los dorsales en la Glorieta Villa de Níjar, desde donde partirá el recorrido a las 11:00 horas, estimándose la llegada a la Plaza de Huebro a las 12:00 horas aproximadamente. Tras la ruta, de cinco kilómetros, habrá convivencia, paella y bebida gratis para los senderistas que participen, festival de juegos infantiles y música para poner el broche de oro a un domingo de senderismo y solidaridad en este histórico asentamiento nijareño. Un pintoresco rincón, muy desconocido para muchos, que en tiempos pasados fue hogar de mineros.

Huebro es una localidad del municipio de Níjar situada en Sierra Alhamilla, a 696 metros de altitud. Su núcleo urbano está formado por una treintena de casas típicas de la zona, blancas y con calles, estrechas, siendo la barriada más pequeña de Níjar con solamente 26 vecinos. Esta pedanía está situada a cinco kilómetros de la Villa y desde su plaza hay unas impresionantes vistas al barranco y parte del Campo de Níjar. Destaca su preciosa iglesia de estilo mudéjar que, desde 1690, atesora en su interior a la Santísima Virgen del Rosario. También es un lugar conocido por la gastronomía que ofrece el mítico bar Casa Enriqueta, popular entre otros platos por el de conejo frito con ajos y patatas.