La Mesa del Agua vigilará de cerca el cumplimiento de los compromisos de obras

Ayer tocaba reunión de urgencia de la Mesa del Agua de Almería. La sequía está asolando la provincia y los regantes, en especial los del Levante y Almanzora, atraviesan una situación “grave o muy grave”, afirmaba el portavoz de esta institución, José Antonio Fernández Maldonado.

Los integrantes de la Mesa (comunidades de regantes, agricultores o empresarios, entre otros) ya no se fían de las promesas y no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados ante la escasez de actuaciones ‘reales’ para solventar el déficit.

Ojo avizor
Así que, tras repasar con detenimiento la situación o las aportaciones que se pueden esperar del nuevo Decreto de Sequía aprobado recientemente por la Junta, han decidido realizar un seguimiento pormenorizado de todas y cada una de esas actuaciones que no permiten dilaciones porque “para la actual sequía ya vamos tarde, pero tenemos que estar preparados para las futuras porque nos va la vida en ello”.

La Mesa afirma que el Decreto de Sequía está bien razonado, pero echa de menos proyectos de obras y actuaciones concretas, desde la regeneración de aguas procedentes de las depuradoras, para hacerlas aptas para el riego, a un incremento en la capacidad de producción de las plantas desaladoras que permitan aumentar el aporte de recursos y permitir que se mezclen con aguas de poco que actualmente tienen una conductividad muy alta que las inutiliza para muchos regadíos.

Trasvases ‘cero’
Lo que parece quedar fuera de los cálculos es el agua procedente de trasvases, porque las cuencas cedentes están actualmente bajo mínimos, con el del Negratín suspendido y el Tajo-Segura en una cantidad muy baja.

Según el portavoz de la Mesa o el presidente de Asempal, sólo cabría esperar la llegada de los 3 o 4 hectómetros cúbicos de las zonas arroceras que riega el Guadalquivir y que este año no se plantarán por la falta de recursos suficientes.

En cualquier caso el balance de las aportaciones de nuevos recursos preocupa y mucho a los regantes y en general al sector agrario porque “la desaladora de Villaricos avanza a un ritmo muy lento, cuando podría estar ya en pruebas el año que viene, la de Almería funciona al 30 por ciento, la de Rambla Morales aún está lejos de poder dar agua para cubrir la demanda”.

Emergencia
Así que desde la Mesa se desliza el mensaje de que el papel “lo aguanta todo”, pero el campo no puede seguir aguantando una escasez que, especialmente en el Levante provincial, obliga a suspender cultivos y los que están ya en cultivo, lo tienen complicado para sobrevivir si no se logran nuevos recursos para atender los riegos.

De ahí esa vigilancia y los mensajes que se quieren hacer llegar a la Junta de Andalucía y al Gobierno central para que aceleren las inversiones en depuración, en regeneración, en desaladoras e incluso en sistemas de almacenamiento que permitan a la provincia aguantar loe embates más duros de las sequías.

Mensajes como el de que se declaren de ‘emergencia’ las obras de rehabilitación de la desaladora de Villaricos, en el Bajo Almanzora, para dar presente y futuro a los agricultores de una zona que es, sin duda, la más castigada de toda la provincia.

Freno a nuevos regadíos
Para la Mesa del Agua hay cuestiones que hay que abordar de entre las que se incluyen en el Decreto de Sequía de la Junta, entre ellas cuando se refiere a restricciones de nuevas zonas de regadío. El portavoz de la Mesa señala que en un momento especialmente duro como el actual, se debería hablar directamente de prohibiciones “porque hoy no se debería dar vía libre a ninguna nueva concesión, salvo en casos de sustitución de un regadío por otro”.

El presidente de Asempal, José Cano, que ayer ejercía de anfitrión de la reunión de la Mesa, advertía que la sequía es cada vez más acusada, más persistente, y de ahí que los proyectos, y su cumplimiento, sean cada vez más perentorios, hemos de presionar para que lleguen a tiempo: Somos la huerta de Europa y para seguir siéndolo necesitamos el agua”.