A falta de que caiga del cielo, cada vez caben menos dudas de que el
agua desalada, la proveniente del mar, es el futuro (si se quiere, el
presente más inmediato) para el abastecimiento de bien líquido de cara a su consumo en hogares así como para la actividad agrícola. Como muestra, las
actuaciones previstas dentro del decreto aprobado el pasado jueves
por el Gobierno central para combatir la sequía. Las actuaciones
previstas, de cumplirse, incrementarán en un 54% la cantidad de agua
desalada a disposición de los almerienses.
Una cifra que puede
ser aún mayor puesto que no tiene en cuenta los proyectos anunciados
días atrás por el Gobierno central y entre los que se encuentra la
nueva desaladora ubicada en la costa almeriense. A falta de
determinar el municipio en concreto, el Ejecutivo de Pedro Sánchez
sí que ha adelantado que la ubicación de esta nueva infraestructura
estará situada en el Levante Almeriense, con una inversión prevista
de 100 millones de euros según lo dispuesto en el Real Decreto de
medidas para combatir la sequía aprobado el 11 de mayo.
El emplazamiento
definitivo de la desaladora almeriense dependerá del trabajo
conjunto con la Junta de Andalucía, encargada de señalar la
ubicación pertinente basándose en los permisos oportunos como los
medio ambientales y los relacionados con la ordenación del
territorio. En todo caso, lo que está fuera de duda según han
confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno es que la nueva
infraestructura estará ubicada “en el Levante Almeriense” sea
cual sea el municipio que finalmente la albergue.
De la construcción
de esta infraestructura promovida por el Estado en el Levante
se encargará la sociedad estatal Acuamed, que junto a los
técnicos de la Dirección General del Agua, trabaja ya para iniciar
la redacción de los proyectos "una vez que la administración
andaluza decida la ubicación de la nueva desaladora", reiteran.
Acuamed es además
la encargada de los trabajos -ya en marcha- de defensa y reparación de la
desaladora del Bajo Almanzora, situada en Villaricos (Cuevas del
Almanzora), así como de la ampliación de la capacidad de plantas
fotovoltaicas para de las desaladoras de Campo de Dalías y
Carboneras, así como de las plantas fotovoltaicas para autoconsumo
en estas tres desaladoras.
Las intervenciones en las tres
instalaciones en reparación y ampliación permitirán pasar de los
72 hectómetros cúbicos al año de agua desalada a los 111
hectómetros cúbicos, para abastecimiento a una población estimada
de medio millón de personas y para uso agrícola, a los que habrá
que añadir los resultantes de la nueva desaladora impulsada por el
Gobierno "como auxilio a la Junta de Andalucía al estar ubicada
en una cuenca de competencia andaluza".
Esto
significa, conforme a los cálculos del Ejecutivo, que la provincia se beneficiará del anteriormente
señalado incremento de un 54% en los hectómetros cúbicos de agua
desalada "sin contabilizar los disponibles con la nueva
desaladora en el Levante" una vez quede construida, según ha
indicado durante su visita al desaladora de Villaricos el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, acompañado
del subdelegado de Gobierno en Almería, José María Martín, y el
alcalde de Cuevas, Antonio Fernández.
Para
Fernández, "la ampliación de las desaladoras da estabilidad y
garantía en el suministro de agua a los agricultores al no depender
de la lluvia, que no olvidemos condiciona también la cantidad que
llega de los trasvases porque si los embalses no tienen aportes se
limita el agua que llega".
El delegado ha
desgranado esta medida contemplada en el Real Decreto que se publicó
en BOE el pasado viernes 12 de mayo, cuyo anexo de inversiones
prioritarias en las cuencas afectadas por la sequía contempla la
construcción de sendas desaladoras para la Costa del Sol, en Málaga,
y en el Levante almeriense, que se declaran de Interés General del
Estado con un coste de 200 millones de euros.
Ampliación
de Carboneras y reparación en Villaricos
Durante la visita
realizada este martes a las obras de protección de la desaladora del Bajo
Almanzora, en el núcleo cuevano almeriense de Villaricos, los
técnicos han trasladado que el avance de los trabajos permitirán
iniciar "en el último trimestre de este año" las
actuaciones de reparación de la planta de desalación, que no está
en funcionamiento debido a las riadas de septiembre de 2012, que la
inutilizaron.
Pero la apuesta por las desaladoras no se quedará ahí. Este mismo martes el Consejo de Ministros ha autorizado a Acuamed invertir 41 millones de euros para mejorar la eficiencia de la desaladora de Carboneras para que pueda proveer agua desalada.
Así lo ha anunciado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quien ha señalado que esta actuación en infraestructuras hidráulicas prevé proveer agua desalada con mayor calidad y menor coste energético. La planta de agua desalada de Carboneras tiene una capacidad de tratamiento de 120.000 metros cúbicos al día.
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