Ningún municipio de Almería tiene activada la zona de bajas emisiones

Tres municipios almerienses, los de la capital, Roquetas de Mar y El Ejido, estaban incluidos en la primera oleada para la puesta en marcha de las ‘zonas de bajas emisiones’ (ZBE), unas áreas de los núcleos urbanos en las que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos, conforme a la clasificación de éstos por su nivel de emisiones.

Y la cuestión es que mientras el establecimiento de estas zonas avanza en el conjunto del país, no es aún efectiva en el caso de los tres municipios almerienses que deberían haberla activado hace casi seis meses, al corresponderles por tratarse de municipios con más de 50.000 habitantes.

La medida, que deriva de la Ley del Cambio Climático y la Transición Energética, trata de poner freno a los elevados índices de contaminación de los mayores núcleos de población. De hecho ya son varios los municipios del resto de España que tienen activas las ZBE, especialmente en Madrid. Cataluña, Valencia o Galicia, o las ciudades de Sevilla y Córdoba, entre otras andaluzas.

En la provincia y el caso de la capital, el Pleno del Ayuntamiento de Almería aprobó el pasado 29 de diciembre, a apenas dos días de la entrada en vigor de la norma que obligaba al establecimiento de estas zonas, la modificación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible para un área limitada, entre otras vías, por el Paseo de San Luis, calle La Reina, calle Fernández en paralelo a La Alcazaba, Chamberí, Camino Barranco, Palomas, calle Valdivia o calle Capitana hasta la Plaza del Anzuelo, Callejón Canteras Viejas y Cuesta del Muelle desembocando en Carretera de Málaga y Parque Nicolás Salmerón.

Sin actividad

No obstante esa zonificación recibió críticas de la Mesa por el Clima, al entender que el ámbito no sólo es reducido, sino que no recoge puntos de gran concentración de vehículos en la ciudad. Al respecto las concejalas de Urbanismo y de Movilidad, Ana Labella y María del Mar García Lorca, señalaban ya entonces que la nueva ley no cambiará ni la vida ni los hábitos de los conductores almerienses  ya que esa ZBE “no se va a cerrar el tráfico, no habrá restricciones, no hay que cambiar de coche y no hay que poner una etiqueta al vehículo”.

Entran en juego los diferentes criterios de los ayuntamientos a la hora de establecer esa delimitación y el Ayuntamiento de Almería se acoge a estudios previos que, si bien determinan que la zona centro y la más próxima al puerto tienen emisiones altas de dióxido de carbono o de partículas, tienen niveles variables y no generan en su mayoría efectos graves.

Por su parte los municipios de Roquetas y El Ejido afirman estar trabajando para cumplir con la nueva normativa de las zonas de bajas emisiones, pero aún no se ha dado a conocer la fecha en la que serán activadas, a pesar de que se había establecido la obligatoriedad de hacerlo en los primeros días del año 2023.

Información

Mientras tanto se están desarrollando campañas informativas para que conductores conozcan la nuevas reglas que regirán las ZBE, las restricciones de acceso, circulación o aparcamiento y el uso de las etiquetas que deberán lucir aquellos que quieren adentrarse en las zonas.

Una tarea compleja si se tiene en cuenta que en el caso de Almería, que suma cerca de medio millón de vehículos, en torno al 35 por ciento acumulan una antigüedad de más de diez años y, por tanto, serán más de 150.000 los que, en base a la ley, no podrán circular o entrar en las ZBE de Almería, Roquetas y El Ejido.

La cuestión no afecta sólo a los vehículos ‘censados’ en esos tres núcleos, sino a los de propietarios de otros municipios que quieran desplazarse a la capital, a los que también les afectará.